Xalapa, Ver.- El 6 de octubre el Centro de Idiomas (CIX) de la Universidad Veracruzana de Xalapa cumplirá 42 años, éste se crea en el estado a instancias de la maestra Iris Gloria Esperón Villavicencio, quien viendo la necesidad de enseñar el idioma inglés en corto tiempo a alumnos universitarios y ciudadanos que debían viajar al extranjero, propuso el proyecto al entonces rector Roberto Bravo Garzón, quien le dijo que sí pero que serían uno por cada campus de la Universidad Veracruzana (UV).
El de Xalapa inició labores en 1979 en la calle Bremont número 22, luego funcionó en Nicolás Bravo hasta ocupar su propio edificio un terreno donado por el doctor Rafael Velasco.
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Gloria Esperón, quien en diciembre próximo cumplirá 80 años, precisa que su pasión ha sido enseñar, lo que la llevó a fundar su propio instituto, América; a traer a Xalapa el programa Sábados en la Ciencia, lo mismo que a Cancún, a donde fue a vivir por recomendación médica.
En 2019 presentó su libro Enseñanza práctica de un segundo idioma en un contexto multicultural, a través del que pretende aportar las herramientas didácticas para que quienes hablen un segundo idioma lo puedan enseñar; actualmente escribe sus memorias a la vez que continúa su labor como perito traductora y realiza las traducciones que le solicitan, al ser recomendada de boca en boca.
A los 12 años Gloria llega a Xalapa, que la adopta, en la Facultad de Filosofía y Letras hace sus estudios, pero también trabaja como asistente de la directora de la Escuela para Estudiantes Extranjeros, quien necesitaba alguien que hablara inglés y cursando la carrera de Lengua y Literatura Inglesa le llamaron para tomar una capacitación para enseñar español a estudiantes extranjeros, donde inició sus pininos.
En los albores de los años 60 del siglo pasado, estando a la mitad de su carrera, la Fundación Rockefeller donó a la Universidad Veracruzana un laboratorio de idiomas y la propusieron para ir a Estados Unidos a aprender los métodos audiovisuales de la enseñanza del inglés, donde continúa sus estudios y empieza a dar clases de español, lo que desde entonces le fascinó. En 1962, a su regreso a Xalapa se encargó del laboratorio de Idiomas de la Universidad Veracruzana, así como del departamento se inglés.
Poco después, como parte de una convocatoria de la Secretaría de Relaciones Exteriores, le comisionaron para ir a Filipinas a impartir cursos de español en algunas universidades para rescatar el idioma español como segunda lengua, eso como parte del Año de la Amistad Mexicano-Filipina, de ahí se fue a Tokio para ver cómo enseñaban idiomas en las universidades; a su paso por la India conoció a Octavio Paz, quien le convenció de viajar hasta Rusia con el mismo objetivo.
A su regreso a esta capital fundó su propio instituto, América, donde dio clases a niños, jóvenes y adultos, así como a estudiantes y profesionistas que requerían aprender el idioma rápidamente para irse al extranjero, de ahí vio la necesidad de integrar el Centro de Idiomas que le propuso al rector Roberto Bravo Gazcón, quien les dijo que sí, pero que se abriría uno en cada campus universitario. Ese fue el proyecto para titularse de la licenciatura y concluir su maestría realizada en la Universidad de Birmingham, Inglaterra, y se fundó el de Xalapa en 1979, replicando el modelo del Centro de Idiomas del Conacyt.
En 1980 se fundó el de la zona de Veracruz, posteriormente se construyó el de Córdoba con el apoyo del patronato pro Universidad Veracruzana. Un año después se fundaron los centros de Orizaba y el de Poza Rica, por último se fundó el de Coatzacoalcos, los que atienden en promedio a 60 mil estudiantes.
Posteriormente fue nombrada como directora de la Unidad Docente Multidisciplinaria que contemplaba los centros de idiomas, talleres libres de arte y Escuela para Estudiantes Extranjeros, luego de lo cual pasa a encargarse de la Dirección de Difusión Cultural y luego de Extensión Universitaria, lo que también disfrutó, pues la cultura es la base de la formación personal.
Recuerda que al jubilarse de la Universidad Veracruzana y viajar a Cancún por motivos de salud, organiza dos diplomados en la Universidad de La Salle para maestros que daban clases pero a quienes les hacía falta el método didáctico.
Con casi 50 años, de carrera profesional activa, dice “toda mi vida la he pasado atendiendo a maestros, dando clases de inglés, traduciendo, pues soy perito traductor”.
En 2019, Gloria Esperón presenta su libro Enseñanza práctica de un segundo idioma en un contexto multicultural a través del cual pretende que la gente bilingüe tenga las herramientas para dar clases, en éste comparte su experiencia docente de casi 40 años. Es una invitación de lo que puede ser la enseñanza, a la vez de una manera de tener ingresos, pues países como China y Rusia están solicitando maestros de español.
Otras de sus inquietudes es rescatar las lenguas originarias mexicanas, pues en todas partes del mundo reconocen a México por su riqueza cultural, puesto que aprender un idioma implica también aprender la cultura, ya que se establecen puentes entre dos países, considera, de ahí que se declare una amante de la enseñanza o aprendizaje de otro idioma que abre muchas puertas.
Concluye que nunca ha dejado de trabajar y así espera seguir haciéndolo, pues reestructura sus memorias, le gusta escribir y lo hace en Facebook sobre cultura, temas éticos y el año pasado tomó un curso en la UNAM, vía remota, Infodemia para combatir a las noticias falsas.
