Medellín, Ver.- Con un embarazo de alto riesgo y un hijo con una discapacidad Andrea Irasela González Maza, trabajadora del ayuntamiento de Medellín de Bravo dice temer por su seguridad con el riesgo de perder su empleo.
En entrevista, la exdirectora del Instituto Municipal de la Mujer en ese municipio denunció sufrió violencia laboral por parte de compañeras de trabajo y del propio alcalde quien nunca le proporcionó los medios ni las herramientas para dar una mejor atención a las mujeres víctimas de violencia.
Mientras trata de explicar lo sucedido, personal del área jurídico toca la puerta de su todavía oficina para removerla a otra área, pero Andrea no descarta la posibilidad de que la supuesta remoción al cargo solo sea un pretexto para obligarla a renunciar, esto después de haber exhibido las irregularidades que se presentaron durante los siete meses que estuvo al frente de la dirección del Instituto Municipal de la Mujer en ese municipio.
Relató que en el mes de febrero de este año asumió el cargo como directora del Instituto Municipal de la Mujer porque al parecer estaban obligando al alcalde que hubiera una figura encargada de la oficina.
“Yo entré a trabajar al palacio en el área de Contraloría, ahí estuve apoyando al contralor hasta que hace ocho meses el alcalde le dijo a mi jefe que ahora yo sería la del Instituto de la Mujer porque necesitaba una figura (femenina), creo que el cargo existía pero no había nadie responsable, así llegué, pero nunca tome protesta como tal, no me dieron nombramiento ni aumento de sueldo, es más ni oficina porque seguía en la oficina de Contraloría y tenía que salir al pasillo a atender a las víctimas”, expresó.
Mencionó que atendía a sus víctimas en los pasillos del palacio, a la vista de todos y sin importar el estado físico y emocional de las víctimas fue hasta meses después de que se le asignó una oficina.
Como abogada de profesión, dijo que empezó a canalizar a las víctimas a la Fiscalía para que se interpusieran las denuncias contra sus agresores y en varias ocasiones pidió una unidad con gasolina y se la negaron.
“La verdad es que sin saber mucho del tema, me familiaricé con las mujeres, empatice con las víctimas y empecé a canalizarlas, empezamos a acudir a la Fiscalía, yo tenía mi carro y yo las llevaba, algunas veces venían con niños y tenían hambre y yo me encargaba de que comieran, empecé a pagar todo y cuando pedía apoyo a las regidoras, al alcalde me negaban, nunca me respaldaron”, señaló.
Comentó que durante los meses de trabajo, otras directoras del Instituto de la Mujer en otros municipios le llegaron a comentar que se debe destinar un recurso especial para esta área pero por mucho tiempo utilizó sus propios recursos para sacar adelante el trabajo.
Mencionó que mientras apoyo a las mujeres, su seguridad se vio en riesgo debido a que “alguien” golpeó su auto como una venganza por “andarse metiendo en asuntos que no le competían”.
“En una ocasión mi carro me lo cristalearon al parecer fue un mensaje de una expareja de alguna mujer que apoyamos en el Instituto, sentí miedo y pedí apoyo al ayuntamiento, pero de nuevo me ignoraron, estaba de por medio de seguridad y bueno fue que ya no pude más, estaba al límite porque todo mi dinero se iba en brindar apoyo a las mujeres, a veces me lo reponían, tengo un hijo especial, ya no podía con todo”, externó.
González Maza, indicó que hace poco decidió revelar esta situación y ahora está siendo amedrentada por la autoridad municipal para que ella misma abandone el trabajo, sin importar que tiene un embarazo de cuatro meses y que además es madre de un menor con una discapacidad.
Aseguró que quiere seguir en el cargo por empatía con las mujeres víctimas ya que Medellín de Bravo es un municipio con alta incidencia de casos de violencia, pero que se le den todas las herramientas y equipos necesarios para hacer un buen trabajo.
“Yo no quiero perder mi trabajo, estoy embarazada y necesito esta seguridad laboral, esta situación de violencia laboral, también me ha generado estrés y mi bebé puede sufrir las consecuencias”, comentó muy angustiada ante la incertidumbre.
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Este lunes colectivas feministas se solidarizaron con Andrea por la violencia laboral que ha recibido ante el desinterés de las autoridades por darle un buen ambiente laboral con la infraestructura necesaria.
¿Ha dicho algo el alcalde de Medellín sobre las denuncias de la exdirectora del IMM?
Cabe hacer mención que hasta el momento el presidente municipal de Medellín, Marcos Isleño Andrade no ha dado ninguna postura sobre el tema y aunque se buscó su posición, se informó que estaría de gira de trabajo por la zona rural visitando algunas escuelas, de igual manera los ediles han evitado tocar el tema.
Sin embargo el resto del personal, como algunos directores han externado que desconocían el asunto, hasta este viernes que se hizo público y que prefieren no meterse en el asunto.
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