Xalapa, Ver.- Hasta la tarde de este 27 de octubre no hay solución a la demanda de destitución que personal sindicalizado pide contra Jerónimo Ricárdez Jiménez, director de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la Universidad Veracruzana, región Xalapa.
Tras el paro parcial iniciado y levantado el lunes 23 de octubre, hoy se retomó el movimiento con el cual, la Sección Sindical Fesapauv de FCA se pronuncia por la defensa de sus derechos.
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Aunque aún no dan a conocer qué otras acciones podrían emprender, sostienen que su paro de brazos caídos será hasta que reciban una solución favorable y hasta que se determinen las medidas de protección necesarias para docentes afectadas.
En convocatoria pública, los manifestantes invitan a toda la ciudadanía y comunidad universitaria a enterarse, informarse y asumir una actitud empática ante hechos que –dicen– son graves y vulneran a personal de la Facultad.
De acuerdo con lo expuesto, señalan a Jerónimo Ricárdez de supuestos actos misóginos, acoso laboral, desigualdad y favoritismo en la asignación de recursos.
Además, acusan de supuestas acciones de favoritismo y falta de transparencia en la definición de perfiles y asignación de experiencias educativas, discriminación e insinuaciones indecorosas.
Comparten que luego de la manifestación de brazos caídos del pasado 23 de octubre, se acercó a dialogar y negociar con ellos el director del área Económico-Administrativa, José Luis Sánchez Leyva, a quien se le plantearon los hechos.
Detallan que acordaron dar un plazo de 72 para recibir una respuesta positiva a sus peticiones o, en caso contrario, retomarían el paro de actividades, a lo que se vieron obligados pues sí fueron recibidos el jueves 26 por Sánchez Leyva pero no se lograron acuerdos.
“No estamos dispuestos a dejar en indefensión a nuestras compañeras docentes, quienes además han tenido la valentía de presentar sus denuncias esta semana ante las autoridades competentes”, expresan en lo referente a los supuestos actos de misoginia.
Consideran que el que durante este proceso el director de la FCA siga en funciones deja a sus compañeras “en una condición de indefensión, vulnerabilidad y revictimización que no se puede tolerar”.