Cambio climático, precios injustos y falta de apoyos mantienen a cafeticultores en una crisis de largo aliento; para numerosas familias cafeticultoras es inviable cultivarlo por lo que cambian a limón, caña o aguacate, aunque tenga efectos negativos como es renunciar a su estilo de vida y alterar el ecosistema regional.
Los productores Arcelia Suárez Sarmiento, de la comunidad Úrsulo Galván, del municipio de Xico y Valente García Melchor, de la zona de Coatepec, expresaron su preocupación por falta de apoyos para quienes se dedican a este cultivo y de su desventaja ante las empresas trasnacionales que controlan los precios internacionales y nacionales del grano, sin importarles la situación de las familias campesinas.
Sembradíos de cafetales ahora son fraccionamientos
Sobre el tema, la productora Arcelia Suárez Sarmiento, del municipio de Xico, explica que la crisis en el sector “es de largo aliento”, es decir, lleva muchas décadas y que ahora incluye factores como los ambientales. Y es que, recordó que la roya que se registró hace unos años y devastó los cafetales de la región, pero también, dijo, la crisis tienen que ver con las políticas públicas internacionales con la promoción de los cafés robusta con los que producen las bebidas solubles de empresas trasnacionales.
¿Qué pasa con la especie robusta del café?
La campesina remarca que esta especie robusta que es cultivada requiere condiciones de más sol, es decir, que los cafetales de sombra que conviven con otras especies nativas y endémicas de la región, que garantiza sistemas ecológicos diversos y que no afectan la flora y fauna regional, a diferencia de los sembradíos de sol.
Por ello, lamenta que desde el gobierno federal se apoye una política de sembrar café robusta que afecta el ecosistema regional.
Asimismo detalla que el hecho de que el precio se establezca desde la Bolsa de Valores de Nueva York, tomando como parámetro la producción de robusta de Brasil, es algo que no tiene nada que ver con el contexto nacional. “Todas esas situaciones hacen que para las familias campesinas sea inviable este cultivo”.
Además este precio no toma en cuenta los gastos reales para producir el grano. “Son varias situaciones que convergen y hacen inviable mantener los sembradíos, al menos como se conocían en la región, que son los cafetales de sombra y con variedades arábigas”.
En su opinión, la cifra de que el 50 por ciento de los productores están cambiando a otros cultivos es un número amable, porque solo se requiere recorrer municipios como Xico para ver que muchas de las zonas que antes eran cafetales, ahora son fraccionamientos porque estos dejan más dinero.
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Hay que mantenerlos
Valente García resalta que desde hace años que “está difícil” la situación para los cafeticultores tanto por el cambio climático, como por la desorganización y los bajos precios del grano.
Indica que por esos factores muchos campesinos están dejando el cultivo, “pero no creo que sea más de la mitad de los productores de la región, no hay riesgos de que desaparezca la cafeticultura nacional por la crisis existente”.
En su opinión, expresa, que aunque la problemática persista se mantendrán un gran número de productores “porque si bien es cierto que en las partes bajas de la zona está cambiando el uso de suelo y hay más que cultivan limón, lo cierto es que el cambio climático que viene arrasando de abajo para arriba por lo mismo se está sembrando café en partes más altas que hace años no se sembraba”.
Resalta que considera que son tantos los que están dejando esta actividad.
Indica que no hay apoyos económicos para el sector de parte del gobierno. “Porque hay apoyos sociales que son buenos, pero también desorganizan e individualizan”.
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Agrega que lo lamentable es que a quienes reciben apoyos no les interesa organizarse, porque consideran que son puras broncas.
Finalmente, el campesino asegura que la cafeticultura hoy y en el futuro se mantendrá por la organización de las cooperativas que aunque no se han formalizado, sí trabajan para mejorar el cultivo, principalmente en las partes más altas.
Las zonas que están cambiando de cultivo, expone, que están en las partes bajas de municipios como Cosautlán, Teocelo, Coatepec y Tlaltetela, entre otros.
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