Si las amas de casa y padres de familia ya tenían la situación económica difícil, ahora la tienen aún más, pues a su magro presupuesto tienen que destinar un porcentaje para adquirir cubrebocas, que los hay entre 10 y cien pesos cada uno, las caretas, que se pueden encontrar desde 50 y hasta 250 pesos cada una; los sanitizantes que se consiguen a 50 pesos el litro y los tapetes desinfectantes de calzado que se compran entre 200 y hasta mil pesos cada uno.
A la compra de geles antibacteriales, que se consiguen en el mercado por 45 pesos el medio litro o entre 90 y cien pesos el litro, pues entre más pequeño sea el envase es más caro pues los de 50 mililitros cuestan alrededor de 30 pesos, tienen que agregar los desinfectantes que se encuentran en alrededor de 50 pesos los envases de 650 mililitros. Alrededor de 50 pesos cuestan los envases de spray de desinfección ambiental, con los que se desinfectan las suelas de los zapatos o los artículos que uno introduce a la casa.
Los guantes de látex se encuentran desde 7.50 el par hasta 27 la bolsita con tres pares. Los cubrebocas más sencillos cuestan a 10 pesos cada uno, por docena salen a 7 pesos, pero los hay de 15, 25, 30, 60, 75 y cien pesos, los lavables y reutilizables.
Los líquidos desinfectantes que prometen eliminar las bacterias se cotizan entre 28 y 30 pesos los 900 mililitros, aunque el ama de casa encuentra ofertas armadas de dos por 50 pesos en algunos negocios.
Los cloros y vinagres son los líquidos con precios más accesibles, pues el cloro se encuentra desde 4 pesos el litro a granel y llevando el comprador su envase. Los que se venden envasados suben a entre 11 y 15 pesos el litro. Los vinagres blancos utilizados también en la sanitización valen entre 10 y 19 pesos el litro, éstos subieron alrededor de 20 por ciento, pues se encontraban a 7 y 9 pesos el litro.
Estos líquidos han resultado de mucha utilidad para las amas de casa que no se pueden dar el lujo de adquirir los tapetes desinfectantes de calzado que se compran entre 200 y hasta mil pesos cada uno, pues sólo tienen que disolver en agua para limpiar pisos y superficies tanto de baños, como de cocinas y la casa en general para tratar de mantenerla limpia.
Muchas más han optado por poner jergas con cloro en las entradas y que los integrantes de la familia se quiten los zapatos antes de ingresar a la casa, teniendo en las puertas las sandalias y zapatos de descanso, y no son pocas las familias que se han dado a la tarea de fabricar sus propios cubrebocas con telas y ropa que tenían en casa sin usar.