Xalapa, Ver.- La mamá de Virginia Hernández, Celia, tiene actualmente 90 años de edad; hace 20 los médicos le daban sólo un año de vida, pero por la intercesión de San Rafael Guízar Valencia recobró su salud.
Proveniente de Cosamaloapan, su hija Virginia acudió a visitar a San Rafael a la Catedral Metropolitana de Xalapa, para agradecerle por su madre y pedir por toda su familia.
Ella (su madre) se vio muy grave, pero gracias a Dios ahí la tenemos, estaba desahuciada, habían dicho que le daban un año de vida y ya tiene casi 20 años que la desahuciaron y aquí la tenemos todavía
La fe que tiene toda su familia fue inculcada por doña Celia, quien pudo conocerlo como obispo y les compartió de su devoción.
Mi mamá es de aquí de Xalapa, pero ya es una persona adulta de 90 años y ahorita ya vive en Veracruz con mi hermana. Ella siempre nos inculcó la fe en monseñor Guízar y Valencia, a ella le tocó la dicha de conocerlo y después como lo canonizaron siempre estamos con esa fe católica
Esta vez lo visitó para pedirle una vez más que haya paz y armonía por toda la violencia que se vive actualmente, “que él nos ayude a que esto se quite”.
Martha Fernández vive en Xalapa, pero nació en Misantla, su madre desde que era pequeña le hablaba de San Rafael y su gran don de servicio.
Él era obispo y ella nos hablaba mucho de él. Que él en su vida ayudó a mucha gente, era muy caritativo. Yo tengo fe en él y lo vengo a ver para que interceda por mí, en mis enfermedades y problemas
Martha enfrentó un problema con su hijo quien fue acusado de un delito grave y fue recluido en un penal, sin embargo, dice convencida que San Rafael le ayudó a que saliera pronto.
“Yo le pedí mucho a él, habían llevado las reliquias a la capilla que me toca donde vivo y yo le pedí mucho y sí me lo concedió. No teníamos esperanza que saliera, pero yo fui a la capilla y con toda mi fe y el dolor que yo sentía por mi hijo le pedí mucho a él y cuál fue mi sorpresa que a los tres días él salió”.
Después de eso, acudió a darle gracias con una veladora a la catedral, puesto que era una situación complicada para toda la familia. Este jueves acudió con su hija y yerno para darle gracias y pedirle para que le “devuelva la salud”, pues desde hace unos meses tiene un dolor fuerte en sus rodillas que, asegura, sólo él le puede sanar.
Leobardo Rivera López llegó desde Paso San Juan junto con su familia a pedirle por todos ellos, por su salud y bienestar.
Cada año acuden con la misma fe y devoción confiados en que escucha sus plegarias y que intercede ante Dios por todos ellos.
Ellos fueron apenas algunos de los fieles que se dieron cita en la Catedral para venerar a su santo y dar gracias por todos los favores recibidos, sin importar las horas de cansancio, traslado y espera.