NAOLINCO, Ver.- Hace dos años los habitantes de Naolinco sufrieron una sequía de casi siete meses, el año pasado fueron más de dos meses y este año esperan que sólo sea un mes, señala Guillermo Ortiz García, director de la Comisión del Agua, quien explica que la cabecera municipal cuenta con 9 abastecimientos de agua de los cuales solo dos funcionaban, por lo que fueron dragados.
Ante esa problemática y cansados de esperar a que las autoridades municipales hicieran algo para detener la contaminación que afecta al río de Naolinco, la sociedad civil se ha unido y trabaja activamente tanto a través de faenas los días domingo, así como a través de recursos económicos para entubar el agua contaminada que proviene de Miahuatlán, otros tantos participan donando comida y bebidas para los que realizan las faenas.
Cada domingo, a las 8 de la mañana, decenas de vecinos se congregan en la iglesia, de donde parten hacia la parte alta de su municipio para excavar y meter tubos los que tienen un costo de un millón de pesos, actualmente han juntado más de 400 mil pesos, asentó.
Ortiz García, quien además es integrante del Comité de la Danza, impulsores de este proyecto de limpieza que ha sumado a una gran cantidad de vecinos, estudiosos e ingenieros que donan además sus conocimientos para que la obra se realice con el profesionalismo que requiere, explicó que su iniciativa prevé cambiar los tubos de asbesto que fueron dañados por el lactosuero que desde Miahuatlán se vierte al río.
Si bien en la actualidad ya no es tanto el suero que se vierte al río porque la gran parte la recoge una conocida empresa de lácteos, lo cierto es que el río está afectado desde hace unos 30 años, afortunadamente el agua para el consumo de los naolinqueños proviene de otras fuentes.
El Comité de la Danza, en coordinación con decenas de vecinos, a los que cada día se suman más, con sus propios recursos inició los trabajos de mantenimiento de los tubos en terrenos de Miahuatlán que son alrededor de 300 metros, con lo que pretenden impactar en la limpieza del río.
Asimismo se pretende hacer una planta de tratamiento con base a humedales, la cual es económica y tiene un costo de mantenimiento casi nulo, pues la tradicional costaría 60 o 70 millones y además requiere un mantenimiento muy costoso que la Comisión del agua no podría pagar porque se mantiene de las cuotas que pagan los usuarios.
Entrevistado en su oficina, en el centro de esta cabecera municipal, donde sobresale el mapa del río y donde mostró la ruta que llevaría el drenaje, que correría a un lado del río pero sin afectarle e iría a caer a un lado de la cascada, donde se requiere una planta de tratamiento para no seguir afectando a las comunidades que están abajo, porque es mentira que Naolinco tenga una planta como lo informa la página del Ayuntamiento, dijo.
Reiteró que la limpieza del río no tiene nada que ver con los movimientos políticos, porque a los integrantes del comité no les interesa ser alcaldes, porque éstos no hacen nada.
Fue la ciudadanía que preocupada por la situación que guarda el río y por la escasez de agua se unieron para adquirir los tubos que se requieren para la obra que es un millón de pesos, de los cuales han logrado reunir unos 430 mil pesos que van directamente a la cuenta de una conocida casa de materiales que se ha sumado dando el material al precio, sin ganarle.
Dijo que quizá tendrían que recurrir al “boteo” para continuar con las obras, y que quizá así les volteen a ver, ya que hace unos 40 años que el río viene siendo afectado por los sueros que provienen de las queserías de Miahuatlán que antes eran dos y que hoy suman docenas, pero desde hace 30 años el río no sirve para nada.
Añadió que ya se les acercaron de la Secretaría de Medio Ambiente, sin embargo no les han ayudado en nada. Son más de tres kilómetros los que se requiere de tubería para sacar los drenajes del río, así como que la planta de tratamiento de Miahuatlán funcione, porque hasta este día está abandonada en la presa La Ermita, donde se echa a perder.
Naolinco tampoco cuenta con planta, insistió por lo que sigue tirando sus desechos a un costado de la cascada, con lo que afecta a los pueblos que se encuentran más abajo en la cañada, pues la pasada administración sólo la inició y a pesar de que la anunció como terminada, la verdad es que no la tienen.