Xalapa, Ver.- Las notas de las canciones de Francisco Gabilondo Soler "Cri-Cri" llenan el centro de Xalapa. "La patita", "La marcha de las letras" y "El ratón vaquero" son interpretadas por don Miguel Mendoza González, un hombre que se vale de dos hojas verdes de ficus para hacer música.
Entrevistado en la calle de Enríquez, en donde se sienta a interpretar canciones a cambio de unas monedas, el hombre de sonrisa fácil reconoce que, aunque se trata de una actividad que disfruta, la razón por la que tiene a la música callejera como forma de vida es porque a su edad ya nadie le da trabajo.
Ya no me dan trabajo y tengo que recurrir a esto para seguir adelante (...) ya no me dan trabajo porque ya a mi edad piensan que ya no se desquita un salario
Con 75 años y sin oportunidades laborales, desde hace cuatro años don Miguel recorre el estado de Veracruz haciendo música con una técnica que aprendió siendo niño cuando un circo callejero llegó a su natal Córdoba y observó a un payaso que hacía música con hojas de los árboles.
Me acuerdo que había dos payasitos que hacían música. Eran la orquesta del circo. Eran un altote que tocaba la armónica y un bajito que tocaba con la hoja y a mí me gustó mucho lo que hacía el bajito. Yo tenía unos 6 o 7 años y me acuerdo que salía a la banqueta a escucharlos tocar mientras llamaban a la gente a ir al circo
Con el tiempo, comenzó a dominar el arte de la música con las hojas y aunque se sabe varias canciones, sus favoritas son las de Francisco Gabilondo Soler, porque considera que sus letras son para toda la familia y libres de violencia.
Entre canción y canción hace pausas para conversar. Así explica que, aunque se dedicó a ser soldador y fletero, en cuanto vio que dejaron de darle trabajo supo que tendría que hacer otra cosa para mantenerse, y fue cuando recordó la música, se decidió a hacerla en la calle a cambio de unas monedas.
La música de don Miguel no pasa desapercibida y a pesar de la amplia oferta de artistas callejeros que hay en el centro de Xalapa, varias personas se detienen a escucharlo y a dejarle algunas monedas en la gorra gris que tiene a su lado. El músico asegura que, aunque las ganancias no son muchas, el dinero que obtiene de los transeúntes le sirve para pagar la renta cada mes y que, aunque poco, "nunca lo han dejado acostarse sin cenar".
Dio a conocer que apenas el mes pasado comenzó a recibir un apoyo del gobierno para su mantenimiento y que ese dinero le ha permitido tener un poco más de tranquilidad económica. Sin embargo, reconoce que seguirá tocando en las calles para cubrir sus gastos y sobre todo para seguir teniendo el cariño de todos los que se detienen a escucharlo.
Me ha dado muchas satisfacciones este asunto, porque mucha gente me apapacha, me felicita y me dice cosas bonitas, y eso me da mucha felicidad. Al principio me daba vergüenza porque yo siempre trabajé, pero después he ido perdiendo el miedo porque la vergüenza no debe uno perderla nunca
Don Miguel Mendoza González comenzó a dedicarse a la música callejera desde diciembre de 2014. A Xalapa llegó el pasado 25 de marzo y planea quedarse una temporada en la ciudad, aunque anteriormente ha vivido en los municipios de Veracruz, Coatzacoalcos y Córdoba.