Xalapa, Ver.- Héctor Antonio Hernández Sánchez tiene ocho años de edad, estudia el tercer grado de primaria en la escuela Carlos A. Carrillo. Su mayor logro es dar clases de danza folclórica a niños de entre seis y 12 años de edad.
Aunque causa extrañeza, pronto sus alumnos advierten que el niño sabe y que pueden aprender mucho de él. Junto con su mamá, Norma Angélica Hernández Sánchez, prepara las coreografías de las danzas folclóricas de varios estados del país, porque hay que cumplir con dos compromisos próximos: el 29 de abril un maratón de danza en la Escuela de Artes de la Universidad Veracruzana y una presentación en la Feria de Banderilla, el 30 de abril. Héctor Antonio empezó a bailar danza a los cuatro años de edad, cuando sea adulto aspira a ser bailarín de danza folclórica y bombero. Mientras tanto, forma parte de los ballets Arte y Ritmo y Taiyani.
No es difícil enseñar danza, pero hay que tomarla en serio porque requiere de disciplina, de tiempo para aprenderla bien. Mi mamá y yo damos clases en un salón que está cerca de casa. Los alumnos son los que teníamos en una escuela, pero como mi mamá aceptó un nuevo trabajo tuvo que modificar los horarios; afortunadamente, los niños que van a clases son más de los que había en la escuela
Para la entrevista, Héctor Antonio llegó acompañado de su abuela, María Antonia Sánchez Sánchez, quien se dijo muy orgullosa de su hija y de su nieto.
“Siento mucho orgullo de los dos porque mi hija ha ido logrando salir adelante y mi nieto es un niño inquieto, pero la danza la toma con mucha seriedad, sabe que tiene alumnos que aprenden de él”, indicó.
Señaló que su hija daba clases de danza en una escuela primaria, pero que al aceptar una oferta de trabajo ya no podría seguir dando esas clases y se retiró de la escuela, pero al poco tiempo sus alumnos la buscaron y la animaron a darles un taller de danza. “Es por ello que ahora tiene un salón y entre ella y mi nieto ofrecen las clases”, aseveró.