Raymundo mantiene vivo un legado de 1924 con la venta de periódicos y revistas

Raymundo ha presenciado cómo muchas revistas han desaparecido, sin embargo, los periódicos aún tienen un público leal, aunque en menor cantidad

Danytza Flores | Diario de Xalapa

  · domingo 25 de junio de 2023

Raymundo Márquez Sánchez admite que a veces se va un poco antes cuando se siente cansado | Foto: Raúl Solis | Diario de Xalapa

Veracruz, Ver.- Raymundo Márquez Sánchez, conocido cariñosamente como "El Chino", es un vendedor de periódicos y revistas en Veracruz. Con una tradición familiar que se remonta a 1924, cuando su abuela, María Castillo, fundó el negocio, Raymundo ha mantenido vivo el legado durante cuatro generaciones.

“Mi abuela empezó a vender en unas rejas donde vienen los mangos y tomates, hasta que después tuvo su puesto, después mi padre vino a ayudarla, él se llamaba Benjamín Márquez, y como empezó a crecer el puesto nos los fueron dejando de generación en generación, ha estado aquí también mi hijo… hemos estado aquí cuatro generaciones”.

Aunque inicialmente el negocio se conocía como puesto de revista y periódico "El Chino", en 1988 Raymundo decidió cambiar el nombre a Estanquillo "El Chino". Esta decisión fue tomada para diferenciarse de los demás puestos y destacar la calidad y variedad de sus productos.

Cuenta que en aquellos tiempos, las revistas tenían una gran demanda y el puesto estaba lleno de ellas, aunque ahora, debido a la disminución de la oferta y el impacto de la pandemia, la situación ha cambiado.

¿Cómo es la venta en la actualidad?

Raymundo ha presenciado cómo muchas revistas han desaparecido, reemplazadas por el acceso a información en línea y las redes sociales. Antes, vendía atlas de carreteras y libros especializados que han perdido popularidad en la era digital. Sin embargo, los periódicos aún tienen un público leal, aunque en menor cantidad.

“Bueno, antiguamente se vendía muy bien, había cantidad de revistas, no cabían las revistas aquí y no exhibía yo toda, porque era una enorme cantidad de revistas que no se podían exhibir ahora no, ya han ido quitando muchas revistas y aparte con lo de la pandemia decayó mucho, los periódicos igual todo decayó, aunque los periódicos todavía se sigue vendiendo porque hay mucha gente que le gusta leer y todo, pero ya no la cantidad que vendíamos antes las redes sociales, también han repetido un poco”, declara.

El negocio familiar ha pasado por varias generaciones y Raymundo menciona a su hijo, Raymundo Márquez Mamoa, quien representa la cuarta generación involucrada en el negocio. Aunque su hijo optó por buscar mejores oportunidades laborales en la industria petrolera, Raymundo sigue al frente del puesto con dedicación y esfuerzo.

¿Cómo es su jornada laboral?

El trabajo en el puesto de periódicos implica una jornada laboral de 8:30 a.m. a 5:00 p.m., aunque Raymundo admite que a veces se va un poco antes cuando se siente cansado. Anteriormente, la jornada era aún más extensa, desde las 7 de la mañana hasta la medianoche, pero ahora maneja el negocio solo después de la partida de sus colaboradores.

El puesto de Raymundo se destaca de los demás por su tamaño y ventas más altas. Aunque ha habido cambios en los productos que ofrece, como la venta de cubrebocas, sigue buscando agregar nuevos artículos para mantener su negocio a flote.

“Mi puesto es más grande y tiene más ventas que otros puestos que están aquí nada más enfrente, hay tres puestos... Y sí hay que comprar más mercancías, hay que comprar todo para que deje un poquito más de ganancia, porque como la venta que está muy por abajo, pues hay que buscarle yo antes no vendía cubrebocas y ahora los vendo, antes no vendría cigarros y ahora lo hago y así voy agregando cosas”, agrega.

El puesto de Raymundo se destaca de los demás por su tamaño y ventas más altas | Foto: Pexels

A pesar de los desafíos, Raymundo se siente orgulloso de su trabajo y del cariño que ha desarrollado por él a lo largo de los años. Aunque espera jubilarse en algún momento, por ahora sigue comprometido con su labor diaria “y con lo que Dios decida para él”.

Con 77 años de edad, Raymundo se considera un verdadero veracruzano de corazón y espera continuar sirviendo a su comunidad mientras pueda. Del mismo modo, afirmó que a pesar de que su negocio sea de los que han sido desplazados por las nuevas tecnologías y tendencias, agrega que defenderá la tradición, mientras las personas lo sigan buscando.