A los jóvenes sí les preocupa todo lo relacionado con el ahorro para tener un futuro mejor; pese a las dificultades para tener un empleo con una remuneración digna buscan guardar lo necesario para solventar sus gastos y si se puede asistir a conciertos y, por qué no, empezar a invertir en su pensión.
Esto porque resulta que las y los centennials, que comprende a los nacidos entre 1995 y 2010, se caracterizan porque al conseguir sus primeros empleos sus ingresos suelen ser bajos por falta de experiencia, no obstante, suelen manejar mejor sus finanzas; estos jóvenes se preocupan más por no endeudarse debido a que vieron los errores de las generaciones pasadas.
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¿A Centennials les preocupa el ahorro para el futuro?
Entrevistados sobre el tema, jóvenes expresaron que sí buscan opciones para tener un ahorro que les permitan solventar gastos cotidianos o gustos como conciertos, pero también ya piensan en su pensión para cuando sean adultos mayores.
En el caso de Brandon Hernández, quien tiene un negocio propio de venta de burritos en la Zona Universitaria, expone que tiene como hábito personal ahorrar los ingresos que logra con sus ventas y lo que le va cayendo.
Tiene un proyecto de vida en el que aprecia los hábitos de ahorro; “me gusta planificar los gastos que realizó para saber cuál es mi nivel de gasto”.
Asimismo, expresa que es triste que “nos hayan vendido que solo somos felices cuando compramos cosas y pues la verdad que no es así, porque lo más importante es tener un trabajo”.
Por su parte, Julio César Miranda, de 22 años, expresa que en su caso siempre que tiene un poco de dinero cuando tiene un trabajo intenta separar los gastos del día de lo que puede ahorrar. “Tengo una cuenta de ahorro donde voy metiendo lo que me queda tras hacer los gastos del día. Cuando lo requiero lo saco y luego lo repongo”.
De dónde aprendió sus hábitos financieros, señala: “en las caricaturas que veía de niño pues se nos decía que si no se tiene un ahorro no tendrás un mañana”, entre risas comenta que a él lo influenció este tema y ahora lo sigue al pie de la letra, con el fin de tener un futuro mejor y lo logró haciendo planes financieros para el futuro”.
Asimismo, la joven Maricruz Pale, quien estudia Ingeniería Eléctrica, de 22 años, comenta que ella al ser una universitaria foránea pues tiene el hábito de planificar gastos para que le alcance, pero además “me gusta ser productiva y tener mi dinero propio”.
Indica que ella vende cosas entre sus compañeros y amistades y de lo que le dan sus papás, pues voy haciendo mis ahorros señales. “Mi sueño es hacer mi servicio social en el Tren Maya y entonces necesito dinero para mis boletos, así que ya estoy ahorrando desde ahora, por eso tengo que ahorrar parte de mis ingresos”.
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Otras jóvenes ahorradoras son Cecilia y Cristel, quienes son estudiantes universitarias de la Facultad de Publicidad y Relaciones Públicas de la UV, de 23 años, explicaron que en el caso de Cecilia que ahorra para poder asistir a un concierto de un cantante internacional cuando venga a México.
Dijo que sus hábitos de ahorro son permanentes, porque le gusta tener dinero para sus gastos personales “y al ser foránea pues no me puedo quedar sin dinero”. Afirma que sus padres le inculcaron con el ejemplo el ser ahorrativa y yo lo hago siempre, “no hago gastos innecesarios”.
Por su parte, Cristel explica que también tiene muy profundo la costumbre del ahorro, “pero yo además de pensar en mis gastos personales actuales, ya me preocupa el tema de una futura pensión
Para cuando sea adulta mayor, aunque veo que a mis compañeros es algo en lo que no piensan, a mí sí me preocupa el tema del futuro financiero que deberá enfrentar”.
¿Cómo es la educación financiera en jóvenes?
De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros en el caso de la generación millennial entre los mayores retos financieros que enfrentan es su escaso hábito del ahorro aunado a su limitada educación financiera; suelen ser grandes consumidores centrados en su bienestar integral.
Los datos de la Condusef señalan los obstáculos financieros de las generaciones jóvenes. Expone que actualmente en México las y los millennials, la generación que tiene entre 25 y 39 años, representan el 22.6% de la población económica activa, mientras que la generación Z o centennials, entre 15 a 24 años, representan el 16.9% de esta categoría, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Dichas generaciones comparten el gusto por el uso de la tecnología para realizar diversas actividades de su vida diaria, incluidas el administrar sus finanzas personales.
Mientras que las y los centennials se caracterizan por comenzar a conseguir sus primeros empleos, sus ingresos suelen ser bajos por falta de experiencia, no obstante, suelen manejar mejor sus finanzas, esto les ha permitido que su gasto promedio mensual (contando con sus gastos y deudas) sea de 16 mil 071 pesos. Estos jóvenes suelen preocuparse más por sus finanzas personales debido a que vieron los errores de las generaciones pasadas.
Y si bien, no todas las deudas son necesariamente malas, lo cierto es que según las y los expertos en educación financiera, si una persona debe destinar más del 30% de sus ingresos al pago de éstas, puede considerarse que se encuentra en una situación de sobreendeudamiento.
Sin embargo, la generación centennial y los ya no tan jóvenes millennials se han diferenciado de las generaciones que les anteceden por tener mayor conciencia sobre la importancia de mantener unas finanzas saludables; no obstante, diversos factores como la inflación o la pérdida de empleo tras la pandemia se han vuelto obstáculos grandes para lograr una estabilidad financiera.
