Cero tolerancia es la política que aplica la arquidiócesis de Xalapa ante supuestos casos de abusos de religiosos, aseguró el vocero de la arquidiócesis, Juan Beristaín de los Santos.
“No existen denuncias de casos en este momento. En el caso de una denuncia civil que enfrentaba la Arquidiócesis, de un hombre que acusaba a un sacerdote de una situación ocurrida hace 30 años, ese tema ya culminó de forma legal”, comenta.
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El sacerdote Beristaín de los Santos resalta que desde hace varios años en la iglesia Católica se tiene la política de cero tolerancia cuando se trata de supuestos casos de abusos sexuales, “el papa Francisco y el obispo Jorge Carlos Patrón Wong, así lo han expresado y así se hace”.
De la supuesta agresión al arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, dijo que fue una información falsa, “pues nunca ocurrió dado que el obispo ni siquiera se encontraba en la Catedral en el momento en el que un hombre fue sacado del templo".
Narró que cerca del mediodía se presentó a la sacristía de la catedral un hombre que exigía hablar con el párroco Roberto Reyes Anaya, quien ahí estaba y lo atendió, “pero sucede que a esa hora hay muchas personas que escucharon los gritos del hombre que afirmaba que ahí los sacerdotes solo escuchan a los ricos y no a los pobres”.
Agregó: "que la situación se complicó porque esta persona comenzó a gritar y quienes andaban por ahí se espantaron y fueron los fieles los que para evitar otro tipo de situación llamaron a la policía, por lo que los elementos lo sacaron de la catedral”.
Señala que no fue el párroco quien llamó a la policía y mucho menos esa persona agredió verbalmente al obispo Jorge Carlos Patrón Wong, porque ni estaba, dado que todavía no llegaba a oficiar la misa”.
Lamenta que se haya dado una información falsa sobre el asunto, “porque los hechos ocurrieron de otra forma, esta persona exigía ser escuchado por los sacerdotes, pero lo hizo a gritos y eso ocasionó que fuera sacado del templo, pero se intentó razonar con él y no se pudo porque su actitud era gritar”.
De ese tema, la abogada de la Arquidiócesis, Juana Martínez Espinoza, aclaró que la acusación fue rechazada por las autoridades por falta de pruebas.
Explica que los magistrados del Tribunal Superior de Justicia revocaron la resolución que se le había otorgado al denunciante, porque no había pruebas sobre el hecho, tras 30 años de que dijo que había ocurrido.
Este caso prácticamente ha quedado cerrado, “él perdió porque no tiene pruebas de sus dichos, las denuncias penal y civil que interpuso el denunciante contra la Arquidiócesis, las perdió porque no pudo presentar ninguna prueba", dijo.
Expuso que no hubo necesidad de un proceso de defensa tanto de la arquidiócesis como del sacerdote puesto que nunca presentó pruebas.
De este caso, el vocero de la arquidiócesis, Juan Beristaín de los Santos, comenta que esta persona no presentó una denuncia ante el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis, lo que correspondía para seguir una investigación seria del asunto.