Boca del Río, Ver.- Aunque cuenta con un trabajo demandante y que para muchos es de alto honor, Dalvy Itzia Quetzalli Aquino Flores se describe como una madre común, con las dificultades, responsabilidades y alegrías que implica este rol para cualquier mujer que tiene hijos.
Dalvy es capitán primero en la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y forma parte de la primera generación de mujeres que egresó como Ingeniero Constructor, su ingreso a las fuerzas armadas fue en el 2007 y desde entonces viste el verde olivo con orgullo.
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¿Cuáles son las ocupaciones de Dalvy?
Actualmente trabaja casi 12 horas al día, desde que se reporta a sus labores, hasta que concluye. Pero dentro de todo el ajetreo que implica la responsabilidad de formar parte de la milicia, se da tiempo para cumplir como madre.
“Creo que en nuestra vida personal y familiar es tan complicada como la de cualquier madre profesionista, hay que combinar todos los tiempos porque este trabajo como militar, pues es de entrega más bien es un trabajo, es una vocación 24/7 y debemos combinarla también con la vida personal, afortunadamente tenemos varios apoyos por parte de del Ejército y de la Fuerza Aérea”, relata.
En entrevista, cuenta que se desempeña como ingeniero residente de obra de la construcción de instalaciones para apoyo de tareas de seguridad pública en Veracruz, concretamente en los municipios de Manlio Fabio Altamirano y Amatlán de los Reyes.
Para cumplir con sus labores, cuenta con el apoyo de guardería las 24 horas, durante el tiempo que concluye su servicio y puede reincorporarse a sus labores cotidianas con su familia.
En ese sentido, detalla que ser madre dentro de la milicia y no fallar en el intento, implica organización y disciplina. Lo anterior, es algo perfeccionó al integrarse a las filas de la SEDENA, pero que afirma fue inculcado por su propia madre.
La joven militar es hija de una madre profesionista, que siempre combinó su trabajo con su presencia para ella y sus hermanos. Por eso es que busca cumplir con esta responsabilidad, con la misma pasión y entrega que recibió en su hogar.
“Es difícil, yo que tengo una madre profesionista, trato de hacer las mismas cosas que yo vi que ella trataba de hacer de chica, que pese a que tiene el trabajo, pues algo pesado, se daba tiempo para atendernos a nosotros en las tardes, o en las noches, los fines de semana, que cuando tenemos oportunidades de estar con nuestros hijos, tratar de darles todo el tiempo posible a ellos”.
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Dalvy itzia Quetzalli asegura que ser mujer y ser madre no le ha obstaculizado en ningún momento ejercer su profesión. Asegura que formar parte de la primera generación que ingresó a la carrera de Ingeniería en Construcción, permitió hacer más corta la brecha que ya habían iniciado otras mujeres dentro del Ejército.
Cuando ella estudió en el Colegio Militar de la SEDENA, fue una de las dos mujeres que cursó la carrera que ahora desempeña dentro de la milicia. Sin embargo, asegura que detrás de ella vinieron más mujeres para participar cada vez más activamente.
En ese sentido, asegura que en el Ejército Mexicano es falso el mito del “techo de cristal”, ya que la misma Ley Orgánica de esta institución garantiza la inclusión de mujeres, con la misma oportunidad que los hombres.
“En la carrera que yo desempeño es todavía un poco bajo el porcentaje de mujeres, pero son cada vez más, el hecho de que apenas lleva 10 años la carrera abierta para mujeres, entonces estaremos como en un 20% en relación a los a la totalidad de Ingenieros, un 20% somos mujeres, pero yo creo que se va a ir poniendo a la par conforme vayan pasando los años”, dijo.
Para Dalvy itzia Quetzalli el 10 de mayo es una fecha de orgullo de lo que ha logrado en su carrera, pero de pasión y felicidad por poder desarrollar la maternidad de forma plena. Como parte de las celebraciones, comparte que se dará un espacio de tiempo para convivir con su hijo y disfrutar su compañía.