Inseguridad obliga a modificar estilos de vida

Los actos de violencia registrados en Orizaba y municipios aledaños provocaron que los habitantes hayan modificado su estilo de vida, pues buscan resguardarse a temprana hora

Itzel Molina

  · lunes 31 de diciembre de 2018

Comercios cerrados en Orizaba | Foto: Eduardo Murillo


Orizaba, Ver.- Apenas son las 19:00 horas y las cortinas blancas de algunos negocios de este Pueblo Mágico comienzan a bajarse. El crujir del metal anuncia que el día terminó para los compradores para dar paso al descanso de los trabajadores que se dirigen a sus hogares para evitar permanecer en las calles.

Los actos de violencia registrados en Orizaba y municipios aledaños provocaron que los habitantes hayan modificado su estilo de vida, pues buscan resguardarse a temprana hora.

Tiendas de telas, ropa, plásticos, ópticas, casas de empeño, mueblerías, zapaterías, comercializadoras, de tecnología, estéticas, neverías, de herramientas, son ejemplo de los locales que cierran sus puertas a los clientes a más tardar a las 20:30 horas.

En la zona centro el movimiento, sobre todo de visitantes de otras ciudades y estados, es considerable al caer la noche, pero con el paso de las horas el lugar queda completamente vacío.

Por la noche, este Pueblo Mágico, que es uno de los seis que tiene Veracruz, puede encantar a cualquiera; sin embargo, ante los múltiples actos de inseguridad, son mínimas las personas que deciden realizar recorridos a pie o en transporte público.

Las luces alumbran el Palacio de Hierro generando una postal inigualable que pocos tienen la oportunidad de presumir, ya que prefieren protegerse en la habitación del hotel en el que han pagado su estancia.

Palacio de Hierro en Orizaba | Foto: Eduardo Murillo


El tránsito por el parque es casi nulo, lo que ha provocado que los comerciantes que ofrecen elotes hervidos preparados con mayonesa, queso y chile en polvo ya no logren sacar ni para los gastos diarios.

Los relojes marcan las 21:00 horas y las calles comienzan a ser solitarias, con poco movimiento, sin tránsito y mucho menos personas que transiten por ellas. Las avenidas y calles principales están iluminadas, pese a que el movimiento casi ha desaparecido porque son mínimas tanto las unidades particulares como de servicio de transporte público que circulan por ellas.

Los semáforos peatonales cambian de rojo a verde sin que una sola persona haga uso de este beneficio que les permite cruzar una calle o avenida sin el riesgo de ser atropellada por algún vehículo. La neblina propia de la ciudad puede percibirse entre las luminarias que desde lo alto evitan que la oscuridad de la noche se apropie de la ciudad.

A lo lejos se ven los colores azul y rojo de la torreta de una patrulla, cuyos ocupantes vigilan con atención el movimiento de la calle. Son varias las unidades con elementos de la Policía Municipal que realizan patrullaje por el Pueblo Mágico; sin embargo, los pobladores no se sienten seguros.

Calles semivacías en Orizaba | Foto: Eduardo Murillo


Tal es el caso de los taxistas, de los cuales, algunos de ellos han decidido dejar de prestar el servicio a las 22:00 horas para evitar ser víctimas o presenciar algún delito.

Los trabajadores del volante han denunciado en varias ocasiones ser víctimas de delitos, por lo que buscan su protección y dejan de transitar de noche, sobre todo en la zona metropolitana que conecta con Córdoba y Ciudad Mendoza.

La vida nocturna de este Pueblo Mágico se ha “apagado”, pues son mínimos los bares, restaurantes o antros que cuentan con la afluencia a la que estaban acostumbrados.

Los orizabeños reconocen como una urgencia recuperar este lugar que ha sido cuna de músicos, compositores y artistas que marcaron la historia del Pueblo Mágico que tiene la intención de renacer.