Xalapa, Ver.- Desde el mediodía del 26 de octubre ya están instalados los cráneos y las catrinas monumentales que año con año son colocados en la plaza Lerdo de Xalapa.
Tal y como ha sucedido en el pasado, la pareja se convierte en un atractivo visual en el centro histórico y un motivo para sacar celulares y tomar las fotos del recuerdo.
Este año, los trajes son los distintivos de jarochos. Él porta pantalón y guayabera blanca con el infaltable sombrero y paliacate rojo, y ella, blusa y faldón blancos, con mandil negro y flores bordadas.
Quetzalcóatl, la mítica serpiente emplumada, se hace presente en la guayabera del catrín y en la falda de la coqueta jarocha, que recuerda al que fue el Dios más poderoso para los teotihuacanos, mexicas, toltecas, olmecas y mayas.
A solo unos días de la celebración de Día de Muertos, los personajes creados por artesanos veracruzanos llaman la atención de personas de todas las edades, quienes también pueden ver otro símbolo, el colibrí.
En la falda de la jarocha, junto a la Coatl, el colibrí aparece para recordar la espiritualidad y las varias leyendas de las que esta ave es protagonista.
Se recuerda así que hay una historia en la cual los dioses le encomendaron al colibrí que fuera amensajero de buenos deseos y amor. También está la que los ve como representantes de las almas de los seres queridos.
Así, el que el colibrí esté en Xalapa, en el espacio público, puede ser tomado como la visita de un ser querido que ha venido a afirmar que está bien.
Además de los catrines, desde esta sábado ya también se puede apreciar la exposición de cráneos gigantes, con lo más representativo de algunos municipios y regiones del estado de Veracruz.
En los últimos días de octubre, pasear por el centro histórico de la capital del estado significa una oportunidad para tener presente la tradición mexicana de celebrar la dualidad vida-muerte.