La Arquidiócesis de Xalapa afirma que “todos debemos trabajar comprometidamente por un México más próspero y pacífico, más solidario y participativo, más atento al rostro de los más pobres y menos cómplice de quienes los olvidan, los manipulan o los marginan”.
En el comunicado dominical, firmado por José Manuel Suazo Reyes, director de la Oficina de Comunicación Social, la Arquidiócesis de Xalapa recuerda que el pasado 19 de marzo, la Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado denominado “Participar para Transformar”.
El contenido del documento pone énfasis en la importancia que reviste el hecho de “participar en la vida cívica y política de nuestras comunidades” como una obligación ciudadana y cristiana, con miras a lograr la transformación que tanto se necesita, no tan sólo hoy por los devastadores acontecimientos que se presencian sino también históricamente, ya que es muy grande la deuda social que se tiene como nación con los más pobres y excluidos.
En el punto tres de ese documento episcopal, manifiesta el comunicado, se proponen cinco exhortaciones para hacer “un discernimiento crítico que nos permita optar en conciencia por quienes (gobernantes y legisladores) puedan realizar en lo posible el auténtico bien común”. El primer exhorto es para participar cívicamente. “En la conciencia de que la emisión del sufragio entraña una doble característica para todos los ciudadanos (derecho–obligación), el llamado es para que nadie se quede sin participar.
Debemos conocer a los candidatos y sus propuestas, discernir, salir a votar, y dar seguimiento al modo como se ofrece el servicio público”. El segundo exhorto tiene que ver con la oración en familia y en comunidad para que desde la fe, “todos podamos mostrar nuestro compromiso con el México que sufre.
Dios siempre escucha nuestras oraciones y en este caso se pide sabiduría para discernir el sentido de nuestro voto. Se requiere discernimiento para escoger con responsabilidad a las personas que representen y defiendan y bien común”. Buscar el “bien posible” es el tercer exhorto de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Los obispos destacan la importancia de que “el mal moral no puede ser elegido nunca ni como fin ni como medio” y que lo que debe imperar siempre es la búsqueda del “bien posible” aunque sea modesto.
“En el contexto electoral que estamos viviendo, implica la elección de la opción que aporte al bien común, a la paz, a la seguridad, a la justicia, al respeto a los derechos humanos, al desarrollo humano integral y a la solidaridad real”. Elegir a las personas, pues “lo prudente y responsable es buscar para cada puesto de elección popular a la persona más idónea, no dejarnos manipular para que votemos en bloque por un solo tipo de propuesta.
Entre más libertad exista al momento de elegir, más capacidad tendremos al momento de exigir. Se requiere discernimiento”, se expresa en el cuarto exhorto. En el quinto exhorto los obispos manifiestan que el México que se quiere es possible porque el voto de los mexicanos debe producir gobiernos e instituciones responsables.
“El voto libre exige un sano control sobre nuestros políticos, en su desempeño e implementación de políticas públicas para hacer realidad sus promesas de campaña y su proyecto de gobierno”, concluye.