La activista y defensora de Derechos Humanos, Irinea Buendía Cortés acusó que las autoridades siguen siendo indolentes e insensibles ante el dolor de quienes han perdido a sus hijas e hijos por lo que afirmó que el Estado no es "omiso, es criminal".
"Para matar a nuestras hijas en un segundo lo hacen y para poder tener acceso a la justicia, fueron 12 años con 8 meses de lucha, pero de esa forma está el Poder Judicial en México".
- Te puede interesar: Veracruz tercer lugar por casos de feminicidio y situación se agrava en los últimos meses: Brujas del Mar
¿Quién es Irinea Buendía Cortés?
Irinea es reconocida a nivel nacional e internacional por su lucha para lograr el acceso a la justicia por el feminicidio de su hija Mariana Lima Buendía por parte de su esposo Julio César, comandante de la Policía Judicial del municipio de Chimalhuacán, Estado de México el 28 de junio de 2010, a la edad de 28 años.
En conferencia de prensa en la capital del estado señaló que en el país a las autoridades no les importa que “estemos gritando y que estamos diciendo que estamos viviendo una emergencia nacional, que siguen matando a las mujeres con violencia".
Recordó que cuando mataron a su hija, eran tres o cuatro mujeres a las que les arrebatan la vida, pero ahora, según los datos, son más de 20 mujeres muertas por violencia y según las autoridades, las cifras de feminicidios han bajado.
"Porque ahora ya investigan las muertes violentas cómo homicidios dolosos, ¿en dónde está el protocolo que se tienen que investigar las muertes violentas de mujeres y niñas como homicidios dolosos?".
Y es que recordó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el máximo tribunal de justicia de México, determinó que toda muerta violenta de mujeres se debe investigar con perspectiva de género para poder acreditar que se trata de un feminicidio y no al revés como fue en el caso de su hija, donde el feminicida señaló que se trató de un suicidio.
Acusó que en el caso de los feminicidios si las madres y familias no "corretean a las autoridades", éstas no hacen nada y las convierten a ellas en investigadoras, detectives y peritas, pero cuando les llevan información tampoco les creen.
"Pero sí no las andamos correteando, si no hacemos marchas, ellas son las autoridades que nos obligan a tomar las calles porque nosotras no lo hacemos por gusto, ya nos quitaron a nuestras hijas con violencia y todavía tenemos que enfrentar la indolencia de autoridades que son insensibles".