Xalapa, Ver.- De 245 centros de rehabilitación para personas con problemas de adicción que existen en Veracruz sólo 15 cuentan con registro como profesionales y de éstos sólo cinco cuentan con la certificación NOM 028, dio a conocer Pedro Guy Baheza, titular del Consejo Estatal Contra las Adicciones (CECA), quien precisó que estos espacios encuentran dos en Xalapa, uno en Veracruz, uno en Coatzacoalcos y uno más en Orizaba.
En conferencia de prensa para dar a conocer los detalles de la 23 Semana Nacional de Información Sobre Alcoholismo, el funcionario señaló que aunque se conoce la irregularidad en la que opera el resto de estos centros, el consejo no cuenta con la facultad de sancionar, multar o clausurarlos, aunque sí pueden acudir a supervisar el estado en el que tienen a los pacientes. Sin embargo, precisó que para hacerlo se requiere de notificaciones ciudadanas o denuncias sobre las presuntas irregularidades de estos anexos.
"Nos mandan una notificación de que en equis anexo son maltratados o violentados los derechos de los internos; entonces vamos, les solicitamos que nos permitan hacer una cédula de supervisión. A veces nos dejan ingresar, a veces no, sin embargo nosotros bajo esta tesitura —cuando no dejan ingresar— realizamos una notificación a una autoridad competente para que haga una supervisión", explicó.
Dio a conocer que incluso personal que lleva a cabo este tipo de supervisiones ha recibido amenazas y agresiones, además de que el Consejo Estatal contra las Adicciones no cuenta con la plantilla laboral adecuada para hacer un censo en cada uno de los municipios veracruzanos. "Incluso a veces nuestro personal pone de su propio dinero para trasladarse a dar una plática a alguna comunidad, no tenemos vehículos (...) Sin embargo dentro de lo que cabe Alcohólicos Anónimos nos ayudan en muchas de estas situaciones y ellos nos han manifestado malas prácticas en algunos de estos lugares".
Guy Baheza reconoció que las personas que tienen algún tipo de adicción padecen primero el maltrato de la sociedad, que no reconoce como una enfermedad y luego, muchos de ellos al buscar tratamiento llegan a centros en los que sufren maltrato o reciben un trato inapropiado. "Tenemos que hacer algo, sin embargo tenemos también que tener por parte de la comunidad o de la sociedad notificación de donde se están haciendo este tipo de prácticas", concluyó.