Xalapa, Ver.- “A toda la gente que a estas alturas todavía cree que el coronavirus es un invento o que es algo creado por el gobierno, yo les digo que el Covid-19 es algo real, tan real como que lo estoy viviendo”, asegura Jorge Alberto, quien desde hace 16 días presenta síntomas de Covid-19.
Contagiado durante un viaje de trabajo en la Ciudad de México, el joven de 22 años fue puesto en aislamiento en su casa de Xalapa desde el 19 de abril pasado, cuando le realizaron la prueba. Cuatro días después recibió la confirmación y un equipo médico fue a su casa a vigilar su estado de salud y a ayudarlo con la dificultad para respirar que ya presentaba. “Yo tengo la forma no grave del Covid-19, que incluye síntomas leves como de una gripa fuerte por así decirlo, pero al no tener otros padecimientos y estar sano pude quedarme en casa”, platicó.
Actualmente Jorge cursa la última fase de la enfermedad, sin embargo, aún debe dejar pasar otros cuatro días de enfermedad activa y después se someterá a dos pruebas de laboratorio más con el fin de descartar por completo la presencia del nuevo coronavirus en su organismo. Después de eso permanecerá otros días en aislamiento para reponerse y sólo entonces podrá volver a hacer su vida normal. “Yo te puedo afirmar que esto existe, es real y que, aunque a mí no me tocó de la peor manera, pudo haberlo sido”, explicó.
TOS SECA, CANSANCIO Y MAREOS
En entrevista telefónica para Diario de Xalapa, Jorge explicó que la tos seca fue el primer síntoma de alarma que presentó tras volver a Xalapa de un viaje de trabajo a la Ciudad de México, sin embargo, pensó que estaba sugestionado y que todo era mental. Fue cuando comenzó a sentir dificultad para respirar que constató que algo real le pasaba a su cuerpo. Jorge señaló que aunque en un primer momento buscó llamar a los números de emergencia de la Secretaría de Salud, al no recibir respuesta y seguir con el avance de los síntomas tomó la decisión de aislarse y buscar la asistencia de un hospital particular para recibir atención. “Hablé a los números de la dependencia, pero estaban muy saturados de llamadas y decidí irme al particular porque me desesperé de no recibir respuesta”, refirió.
Fue así como en el Hospital Ángeles le realizaron la prueba de laboratorio y le recomendaron mantenerse completamente aislado hasta recibir los resultados de la muestra nasal que le tomaron. “Me dijeron que tenía que guardar reposo y que durante el tiempo que tardan los análisis era yo sospechoso. Es ahí cuando decido quedarme en casa completamente solo para no exponer a nadie”.
Cuatro días después, una brigada de tres enfermeros acudió a la vivienda del joven originario del municipio de San Andrés Tuxtla con la confirmación del diagnóstico de Covid-19 y con equipo médico para prestarle atención respiratoria. Cuenta que el seguimiento duró hasta el día 8, ya que tuvo que ser atendido por la dificultad de respiración.
Aunque no recibió medicamento, Jorge se encontraba muy débil al momento de contraer la enfermedad, por lo que le tuvieron que administrar varias dosis de suero vitaminado para que sus plaquetas aumentaran y pudiera resistir mejor la enfermedad. Por suerte, dijo, esa acción funcionó, ya que, aunque a la tos seca se le sumaron síntomas como cansancio, mareos y debilidad, no hubo necesidad de hospitalización. “He estado muy débil, me siento con las defensas bajas, mareos y mucho sueño, pero nada del otro mundo. Yo siento que me ha estado tratando muy bien el virus porque no tengo ninguna otra enfermedad”.
A poco más de dos semanas de haber iniciado los síntomas a Jorge sólo le queda la tos seca y el dolor del pecho por el esfuerzo de 16 días. Señala que a diferencia de los primeros días de enfermedad ya puede realizar las labores domésticas sin fatigarse. “En los primeros días no podía hacer nada, ahora ya puedo sin problema alguno”, añadió.
"EXTRAÑO A MI FAMILIA"
En la parte anímica, Jorge Alberto reconoce que lo más difícil de la enfermedad ha sido pasarla solo y no poder tener la compañía de su familia. Y es que aunque vive de manera permanente en Xalapa, cada semana viaja a San Andrés a visitar a su familia, por lo que al conocer las restricciones de confinamiento el dejar de verlos fue lo primero que le pesó.
Cuenta que desde el primer día de los síntomas le habló a su mamá y le contó que tenía molestias similares a las de Covid-19 y que se hizo la prueba. Tras recibir los resultados le confirmó que tenía el nuevo coronavirus y desde ese momento se ha mantenido en contacto con ella.
Jorge explicó que durante los primeros días el miedo de padecer Covid-19 lo afectó muchísimo, ya que en las noticias veía la gravedad de los casos y las muertes que se habían confirmado por esta causa. Con el paso de los días tomó la decisión buscar mejorar su estado de ánimo con el fin de que su organismo pudiera resistir mejor la enfermedad. “Llegó el momento en el que me di cuenta que si seguía deprimido me iba a ir peor”.
Cuenta que desde que empezó con los síntomas recurrió a las “compras de pánico” y mandó a comprar los víveres necesarios para sobrevivir al encierro, por lo que no tiene contacto con nadie desde hace 16 días, descartando así el riesgo de contagiar a sus compañeros de trabajo o amigos. “Yo me encerré porque no quería ser el foco de infección de mis amigos, mis compañeros de trabajo o mi familia y no causar el dolor de ser yo el que contagie a alguien que puede no contarla. A mí el virus me trató bien, pero porque no fumo ni padezco alguna otra enfermedad, pero no quiero ser yo el que esté esparciendo el virus”, reiteró.
Jorge mencionó que aunque ya va saliendo de la enfermedad y sólo tiene tos por las noches, aún debe realizarse dos pruebas de laboratorio para confirmar que el virus haya salido por completo de su organismo. “A los 20 días —de iniciados los síntomas— vuelven a hacerte una prueba para ver si eres negativo o positivo; si eres positivo te hacen una segunda prueba. Y si sales negativo es porque ya el virus salió de tu cuerpo. Independientemente que a los 20 días los síntomas ya deben ir disminuyendo”.
Finalmente, el paciente hace un llamado a la población a extremar las medidas de precaución porque asegura, aún en su fase más leve, el Covid-19 es una enfermedad que hace pasarla muy mal a quienes la padecen. Además, pide a los xalapeños no hacer caso de rumores que aseguran que “esto es creado por el gobierno”, ya que la enfermedad es real y puede costar la vida. “No esperen a que un familiar esté enfermo para creer y cuidarse porque puede ser demasiado tarde."