Xalapa, Ver.- La drogadicción es uno de los problemas más graves que enfrenta México en materia de salud y seguridad pública, pues prevalece en varones pero va en aumento en mujeres. Las drogas legales más consumidas son el tabaco y el alcohol, de las ilegales está la marihuana, seguida por la cocaína, de acuerdo con los datos consignados en las encuestas nacionales de adicciones.
Ángela Jessica Matla González, psicóloga clínica, con especialidad en Promoción de la Salud y Prevención del Comportamiento Adictivo, destacó que el daño en los adolescentes adictos se notará en la funcionalidad de su cerebro, pues éste no crecerá ni madurará, lo que ocasionará problemas en sus juicios y comportamientos, que afectarán su vida en el futuro, con deserción escolar y problemas en la familia.
Dijo que algunos de los adictos encuentran apoyo, pero muchos otros no, lo que les llevará al vandalismo, robo para tratar de conseguir la droga, violencia y embarazos no deseados en el caso de las chicas, ya que son mucho más susceptibles de ser violadas o violentadas.
Añadió que las encuestas nacionales de adicciones arrojan que se está dando un mayor consumo en las mujeres sobre todo de alcohol, tabaco y marihuana.
Dejó en claro que los chicos o adolescentes más vulnerables las prueban por caer bien, por ser aceptados, por sentir que pertenecen a determinado grupo, lo que se puede agravar con la situación que estén viviendo en sus familias, por lo que se requiere que haya protectores que les resguarden. Muchos no tienen factores protectores ni en sus propias familias, lo que les hace más vulnerables a probarlas tratando de buscar algo que les haga sentir mejor.
El abuso en el consumo genera dependencia, lo que aumenta su tolerancia y cada vez necesitarán de una mayor cantidad para satisfacer el síndrome de abstinencia que se manifiesta en ansiedad, temblores y palpitaciones, entre otros síntomas, porque el cuerpo pide una mayor cantidad de la sustancia.
La sensación en el cerebro del consumidor produce tolerancia a la frustración, sin embargo, el uso y abuso puede generar desintegración familiar, pero también la muerte. Disfuncionalidad, mentiras, abandono afectivo, gritos, violencia, además de las consecuencias sociales cuando los consumidores se van de su casa, lo que a su vez se reflejará en pocas oportunidades de empleo, deserción escolar y asilamiento y con ello la búsqueda de grupos con los que puedan sentirse integrados y conseguir las drogas.
Matla González, abundó que ante esta problemática, el estado mexicano se ha visto en la necesidad de crear los centros de atención primaria en adicciones (CAPA), los cuales brindan apoyo gratuito a quienes lo soliciten y de los cuales en Xalapa se cuenta con dos. Además, están los anexos que brindan también servicios para tratar de rehabilitar a sus anexados.