Largas filas de jóvenes se observan en las afueras de las facultades de la Universidad Veracruzana en la capital del estado, en espera de presentar su examen de admisión a esa casa de estudios.
Algunos nerviosos, otros confiados, estudiantes esperan poder formar parte de la comunidad estudiantil de la UV.
Cerca de ellos, padres y madres de familia también se dieron cita para acompañar a sus hijos e hijas, algunos incluso más nerviosos que los aspirantes.
También se observa a decenas de personas proporcionando información sobre escuelas particulares, con amplia oferta académica de la ciudad, para convertirse en una alternativa para quien no apruebe este examen.