Jóvenes se pierden fácilmente si se les priva de oportunidades laborales: Arquidiócesis

Sin educación, sin trabajo, sin familia y sin comunidad resultará muy difícil soñar el futuro

Raymundo León

  · domingo 27 de enero de 2019

Foto: David Bello

Los jóvenes se pueden perder fácilmente o buscar salidas falsas si se les priva de oportunidades laborales, educativas y comunitarias desde donde puedan aferrarse y soñar el futuro. Sin educación, sin trabajo, sin familia y sin comunidad resultará muy difícil soñar el futuro, informa este domingo la Arquidiócesis de Xalapa.

Al realizar un recuento de las actividades realizadas por el papa Francisco durante la tercera Jornada Mundial de la Juventud, que se realiza en Panamá, la iglesia católica manifiesta, recordando las palabras del Papa, que es imposible que alguien crezca si no tiene raíces fuertes que lo ayuden a estar bien sostenido y agarrado a la tierra.


El trabajo, la educación, la comunidad y la familia, son los cimientos que una persona necesita para construirse como persona. “Nos auguramos que esta Jornada Mundial de la Juventud deje una huella profunda en la juventud para que a imagen del sí de la virgen María, también pueda contribuir en la construcción de una mejor sociedad, más participativa e integrada, donde haya mejores oportunidades para todos”, expresa.

La salvación que Dios nos regala, dice el comunicado siguiendo las palabras del Papa, es una invitación a ser parte de una historia de amor que se entreteje con las historias de todos; que vive y quiere nacer entre los cristianos para que dé fruto, donde los cristianos estén y con quienes estén.


“En la salvación, Dios toma la iniciativa, es el primero en decir sí a nuestra historia y nos invita a decirle sí junto a él”, refiere el comunicado firmado por José Manuel Suazo Reyes, director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa. El documento de este domingo, refiere que el papa Francisco escuchó el testimonio de varios Jóvenes que también se arriesgaron y pusieron su confianza en Dios, “como Érika y Rogelio que aceptaron tener una hija con una discapacidad y decidieron amarla con todo el corazón.

Esos jóvenes padres se decidieron amar la vida como venía con toda fragilidad y pequeñez”. En su primer encuentro con los jóvenes reunidos en Panamá, en la ceremonia de apertura, en el Campo Santa María La Antigua, en la Cinta Costera, el Papa animó a los jóvenes a seguir adelante, siendo testigos del Evangelio, a caminar y a escuchar juntos dando testimonio en el servicio a los hermanos. “El Papa llamó a los jóvenes a la unidad.


Con gestos y actitudes, con miradas, deseos y con sensibilidad hay que desmentir y desautorizar todos esos discursos que se concentran y se empeñan en sembrar división. Los jóvenes con su creatividad, sus valores, su entusiasmo y sus sueños son capaces de superar las barreras y las divisiones de todo tipo”, manifestó.

En lo que se refiere a la cultura del encuentro, el Papa hizo un llamado e invitación a atreverse a mantener vivo un sueño en común. “Sí, un sueño grande y capaz de cobijar a todos. Ese sueño por el que Jesús dio la vida en la cruz y el Espíritu Santo se desparramó y tatuó a fuego el día de Pentecostés en el corazón de cada hombre y cada mujer”, refiere el comunicado.

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