“Perdóname hija porque no trabajé lo suficiente para poder pagar tu rescate y te dieron muerte. Hija te amo descansa en paz, Itzel Mar”, con ese mensaje, la empresaria Gabriela Mar Betancourt se despidió de su hija Itzel, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el pasado sábado en una zona limítrofe entre Naranjos y Tancoco tras permanecer secuestrada durante más de un mes.
A través de su cuenta de Facebook, la propietaria de una tienda de materiales para la construcción en la zona norte de Veracruz pidió perdón a la joven de 24 años de edad “por no haber tenido suficiente dinero para pagar”, toda vez que los delincuentes habrían pedido a la familia una suma de dinero a cambio de su libertad, misma que no pudieron conseguir.
“Un beso mi amor, Dios te reciba con los brazos abiertos y tu papi Ramón Mar Betancourt te ayude a llegar al Reino de los cielos”, concluye el mensaje que fue acompañado de una foto de Itzel en la que se puede observar a la joven sonriendo a la cámara.
Desde el pasado 8 de noviembre, fecha en que la joven fue privada de la libertad en la colonia Las Delicias del municipio de Naranjos, cuando acudió a recoger a su hijo a la escuela, su madre, Gabriela Mar, había utilizado su cuenta de Facebook para comunicarse con “quienes provocaron esto” y pedirles que regresaran con vida a su hija.
Deben comprender que lo que solicitan no lo tengo, si no desde el primer día lo hubiese dado, es mi única hija, cómo la voy a poner en peligro... desafortunadamente no tengo y me duele mucho no poderla rescatar, me siente impotente que todo lo que en años hemos trabajado no me alcance, perdón por no tener, por favor liberen a mi hija, ella merece vivir su vida plenaescribió la desesperada madre
En sus publicaciones definía a su hija como una joven que no iba a fiestas, que hacía sus rutinas de ejercicio con mucha disciplina y que su mayor pasión era ganar fisicoculturismo y atender a su bebé, un niño de tres años.
“Por favor les suplico me comprendan. Liberar Dios les va a perdonar, algún día serán padres o madres y comprenderán que si oran a Dios él proveerá, jamás faltará en sus mesas alimentos y un trabajo que no dañe a las familias. Ruego a Dios que vean este mensaje, que confíen en Dios, él pondrá los medios para que ya no haya más secuestros y tengan un trabajo, les dé para vivir en familia y con amor”.
Sin embargo, los mensajes no tuvieron repercusión en los captores toda vez que el cuerpo sin vida de Itzel fue hallado el pasado sábado en un camino que comunica a las comunidades El Águila y El Bajío, muy cerca de la carretera federal Tuxpan-Tampico.