San Andrés Tlalnelhuayocan, Ver.- La violencia y la inseguridad que afecta al poblado Rancho Viejo, del municipio de Tlalnelhuayocan, ha provocado que los restaurantes dedicados a la venta de trucha se encuentren al borde de la quiebra, pues "al ser utilizado como tiradero de cuerpos", comensales y turistas prefieren mantenerse alejados, dijo el jefe de manzana de aquella localidad, con funciones de agente municipal, Isidro Durán Carmona.
Al recorrer la zona restaurantera de Rancho Viejo, fácilmente pueden verse algunos de estos establecimientos en aparente abandono. Muy pocos ofrecen servicio entre semana y al tratar de entrevistar a sus propietarios para saber la situación, prefirieron no hablar por miedo a represalias.
De acuerdo con el representante de la comunidad, en la zona se tiene un registro de al menos 14 restaurantes y de todos al menos diez siguen con funciones, pero sólo durante los fines de semana.
En algunos establecimientos el abandono es visible, pues hay estanques que en su momento funcionaron como criaderos de trucha y que en la actualidad se ven sucios y con agua estancada.
La situación es preocupante, pues según el jefe de manzana, Rancho Viejo cuenta con una serie de veredas y caminos vecinales que comunican con diversos poblados de Coatepec, Xalapa y Banderilla, entre otros, que son utilizados por delincuentes para hacer de las suyas.
Precisó que Rancho Viejo ha sido utilizado como tiradero de cadáveres, además de que tanto robos y asaltos pueden registrarse en cualquier momento.
De ocho años a la fecha, la venta de trucha en los restaurantes ha venido a la baja.
Agregó que están preocupados porque "muy poca gente nos visita y eso ha acabado paulatinamente con el principal motor económico para nosotros, que era la venta de platillos de trucha", manifestó Durán Carmona.