Gutiérrez Zamora, Ver.- Veintiún años han pasado desde la tragedia que enlutó a familias de municipios del norte veracruzano, entre ellos Tecolutla, Gutiérrez Zamora, Papantla y Poza Rica, que se vieron fuertemente afectados por el golpe de agua al desbordarse el río Tecolutla, que arrasó con todo lo que encontró a su paso. Nada de eso olvidan quienes lo vivieron, al ver desaparecer en el agua a cientos de personas.
Algunos sobrevivientes de los días 5 y 6 de octubre de 1999 recuerdan cómo desaparecieron comunidades enteras como San Antonio Coronado, Cacahuatal, otras severamente dañadas como Lomas de Arena, Santa Rosa, Barriles, Lomas de Arena y muchas más, sobre todo de las localidades asentadas a orillas de los ríos Necaxa, Tecolutla y Cazones.
A 21 años de distancia se conmemora la devastación en 80 municipios de toda la región norveracruzana, tal como fue el balance de daños por las autoridades, tras conocerse que el desastre provocado fue porque se abrieron las compuertas de las presas “Necaxa” y “La Soledad”, que estaban hasta el tope de agua, debido a la intensidad de las lluvias.
En aquel entonces, las autoridades reconocieron la pérdida de 384 vidas humanas, aunque quienes vivieron la tragedia desestimaron la cifra, al tener en cuenta que fueron comunidades enteras las que desaparecieron bajo el lodo y el agua de los ríos; otros más recuerdan a personas que no pudieron salvarse y eran arrastradas por la fuerte corriente que llevaba debido a las intensas lluvias que fueron provocadas por la depresión tropical número 11, en octubre de 1999.
Todo eso lo rememoran y quedó fijo para siempre en la memoria colectiva de los habitantes de Poza Rica, Papantla, Cazones, Nautla, Martínez de la Torre, Álamo, Tecolutla y Gutiérrez Zamora, Espinal, entre otros.
En la región, aún a la fecha, quedan vestigios de comunidades que quedaron abandonadas tras la inundación, que hoy son llamadas “fantasmas”, porque sus pobladores, los que lograron sobrevivir, emigraron, huyendo del dolor de haber perdido a sus seres queridos y otros en busca de una nueva forma de vida. Aquí se perdió todo, dice gente adulta.