Teocelo, Ver.- Laura Beatriz Mora Pale cuenta con 35 años de edad y actualmente vive en Monte Blanco, Teocelo,; su amor por los animales ha marcado su comunidad y ha sido desde siempre, tras recordar que desde pequeña la acostumbraron a convivir con otros seres vivos y en la casa de sus padres siempre hubo perros y gatos.
“Tengo fotos donde estoy de bebé en una carreola y ahí hay perros creo que más bien para mí siempre fue como natural la compañía de estos seres y crecí así”, platica.
Beatriz es de las fundadoras de Educación y Protección Animal de Teocelo (EPAT) que surgió un 10 de enero del 2004 debido a que en esa fecha en la galera de Radio Teocelo se organizó la primera campaña de esterilización canina y felina.
Menciona que por primera vez se hizo una actividad importante y hace 16 años llegaron con la idea de esterilizar por primera vez, cuando no se sabía nada sobre el tema.
“Me acuerdo que había que insistir mucho, rogarle a la gente, regalábamos pambazos, zarzaparrilla, alquilábamos sillas, rifábamos despensas y era motivar a la ciudadanía para que esterilizáramos a sus animales, hoy eso ya no pasa”, comenta.
Rememora su primera experiencia de rescate cuando estudiaba en la Facultad de Filosofía de la Universidad Veracruzana, y contaba con una compañera de nombre Maricarmen Martínez que también quería a los animales y tenía el recurso económico.
Así que una vez cuando salía de la Facultad en Xalapa y estaba un perro cruza entre french poodle y maltés como un estropajo, lleno de rastas y sucio, su amiga puso el recurso para llevarlo a una veterinaria y hacerle estética.
Yo me encargué de buscarle hogar en Teocelo, eso debe tener 17 años, porque fue mi primera acción individual de rescate, ya después viene más organizado, lo dimos en adopción ese perro se llamaba Toby
Laura Beatriz Mora Pale
Detalla que existe un antes y después de EPAT en Teocelo, porque la gente está consciente de la educación y esterilizar a sus mascotas, así como no hay fauna en las calles por lo mismo.
Como en el tema la cacería, que se erradicó esta práctica, se terminó con las peleas de gallos. Fue el primer municipio antitaurino del país y se terminaron los espectáculos llamadas vaquilladas.
Agrega que el amor por los animales fue algo que inculcaron sus padres, así que mucho de sus rescates iniciales los llevó a casa.
Esto porque durante diez años no había Centro en EPAT, así que era sin instalaciones físicas, hace seis años cuentan con el Centro EPAT y antes toda su labor lo hacía en casa.
Ahora están en Teocelo, cuenta con cuatro perros que están en adopción y su gata Ofelia que se la quedó, así que pueden donar alimentos o artículos de limpieza, también buscarlos en redes sociales como EPAT para conocer la labor que hacen.