Xalapa, Ver.- La secretaria de Protección Civil Guadalupe Osorno Maldonado dio a conocer que son 90 Ayuntamientos veracruzanos que sí abrirán los panteones durante el 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre por el festejo del Día de Muertos.
En entrevista precisó que otros 71 no van a abrir y los 51 ayuntamientos restantes todavía no lo definen.
Expuso que la secretaría de Protección Civil está a disposición de los Ayuntamientos en caso de que requieran apoyo para los operativos que implementen. “La intención es poner filtros sanitarios y que los recorridos sean por algunos momentos, que no permanezcan mucho la gente, ya se emitió una Gaceta Oficial con las recomendaciones para quienes van a abrir que incluye que no se lleve a personas adultas mayores, ni niñas y niños a los panteones, que vaya una sola persona por familia y que se puedan tener filtros sanitarios”, agregó.
Detalló que es facultad de las direcciones de Comercio la aplicación de sanciones para quien incumpla con las medidas sanitarias. “Es atribución del ayuntamiento decidir cuál es la permisividad o no respecto a ventas, comercio, esto tiene que ver con los municipios”, abundó.
Asimismo, dijo desconocer si el panteón Xalapeño, que depende del estado, abrirá en estas fechas, aunque insistió en que de ser necesario apoyarán en la vigilancia en las inmediaciones para evitar aglomeraciones.
"NO RECUPERAREMOS INVERSIÓN": VENDEDORES
Con el cierre del Panteón Xalapeño y la poca afluencia de personas en la zona, vendedores de flores de este lugar se preparan para enfrentar la celebración de Día de Muertos más difícil de la que tengan memoria.
A cuatro días del inicio de una de las festividades más importantes del país, los comerciantes establecidos del panteón aseguran que este será un año para olvidar en cuestión de ventas, ya que este sitio permanecerá cerrado y no habrá la tradicional visita a los difuntos.
“Las ventas están bajas, no hay nada por culpa de la epidemia esta (…) el sábado llegó un poco de gente, pero desde ese día para acá ya nada porque ya está cerrado y pues nos está yendo muy mal”, aseguró Francisca.
La vendedora explicó que, aunque hay gente que acude a este sitio a comprar la flor de muerto para sus altares y ofrendas, las ventas son mínimas ya que este año decenas de personas la están comercializando en calles, cruces y mercados de la ciudad. Ante este panorama, los vendedores pronostican que podría no salir ni la inversión que hicieron para comprar la flor al mayoreo.
“Aquí vamos a esperar a ver a quienes lleguen porque ya invertimos nosotros, este año no va a ver ganancia de nada para nosotros porque con este sería ya la segunda fecha fuerte que se pierde porque Día de las Madres tampoco hubo porque ya estaba cerrado. Está todo muy triste”, señala.
La mujer añade que a pesar de que quienes se dedican a la venta de flores en los panteones de Xalapa han sido de los más afectados por los cierres de estos lugares, hasta el momento ninguna autoridad se ha acercado a ofrecerles apoyos ni a buscar comprar flores para los altares que ellos realizan.
A pesar del panorama desolador, la comerciante continúa preparando los ramos de flores que ofrecen al mismo precio que el año pasado: a 10 pesos el ramo de flor de pavo y cempasúchil. Aun con las puertas del panteón cerradas las y los vendedores mantienen la esperanza de vender, aunque sea un poco de la flor que ya tienen lista en cubetas, mesas y camionetas.
PANTEONES, RESTRINGIDOS
Con el luto en la ropa y lágrimas en los ojos, cerca de 20 personas esperan en las afueras del panteón Xalapeño. Mientras que los niños de las familias corretean por el estacionamiento vacío, los adultos se abrazan, se consuelan y se platican entre ellos. La pandemia del Covid-19 les quitó la posibilidad de darle el último adiós a su ser querido.
“Desde mi punto de vista, así como estamos acá afuera podríamos estar allá adentro. Guardando la distancia, pero acompañándonos entre todos porque así como nos ve somos pura familia”, asegura Gustavo, familiar.
Con cubrebocas, cuenta que debido a las reglas del panteón solo pudieron ingresar 10 personas de las cuales, 4 fueron las personas de la funeraria que les ayudaron a cargar el féretro. Los otros 6 se dividieron entre los hijos, la esposa y la mamá del fallecido. No hubo espacio para los hermanos, sobrinos, primos ni demás familiares que querían despedirse.
“Claro que queríamos despedirnos todos de él pero no nos dejaron. Sabemos que la cosa está complicada pero no es que sea un lugar cerrado ahí adentro y simplemente nos dijeron que no se podía y no nos dejaron pasar ni las flores. Ya las traen ahí jugando los niños porque ya no se le pudieron poner”, señala el hombre.
Aunque se solicitó no hubo la posibilidad de hacer relevos para que otras personas ingresaran a la tumba y pudieran despedirse esto no fue posible ya que las reglas del cementerio marcan solo 10 personas sin lugar a modificaciones. Tampoco habrá novenario, visitas ni colocación de la cruz.
Divididos, cuenta Gustavo, la tristeza de la familia es más grande. No hay posibilidad de abrazos, nadie podrá sostener la mano de la madre mientras despide a uno de sus hijos ni a la esposa e hijos que se quedaron sin la compañía del esposo y padre.
A esta familia solo le resta esperar a que la pandemia se controle y los panteones vuelvan a abrir sus puertas para depositar sobre la tumba las flores que se quedaron pendientes.
LES CERRARON ANTES
Ante el anuncio de la autoridad de que los cementerios serían cerrados a partir del 31 de octubre para evitar aglomeraciones y contagios, decenas de personas acudieron al panteón Xalapeño a adelantar sus visitas. No obstante, se toparon con la sorpresa de que este sitio fue cerrado de manera indefinida desde el pasado domingo 25 “por recomendación gubernamental”.
Con todo y flores y arreglos, familias completas se tuvieron que regresar a buscar la manera de recordar a sus seres queridos en sus casas. Entre tristeza, enojo y frustración tomaron la noticia de que este año no habrá tumbas adornadas ni comidas familiares junto a las tumbas y mausoleos.
“Pues nosotros veníamos a adelantar la visita, pero pues no sabíamos que estaba cerrado. Ahora a ver qué hacemos con las flores porque compramos muchas con la idea de adornar las tumbas”, señaló Marisela, quien acompañada de su familia acudió a visitar a su mamá y otros seres queridos que se adelantaron en el camino.
Con información de Karla Cancino