El activista Bryan LeBarón solicitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que el gobierno de su país investigue los posibles nexos entre algunos cárteles y el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, así como su homólogo de Morelos, Cuauhtémoc Blanco.
LeBarón, quien en noviembre de 2019 perdió a varios de sus integrantes por un ataque armado en el estado de Sinaloa, justificó que la ayuda del país del norte no fue solicitada como intervencionismo sino como cooperación por la seguridad nacional. “Los “narco-políticos” son un cáncer, son la pandemia que mata personas y países”, señaló.
En la misiva enviada al presidente norteamericano, el activista asegura que, en el caso de Veracruz no hay señales de que se esté llevando a cabo una investigación seria por parte de las autoridades estatales o federales en el caso de los 9 cuerpos sin vida que aparecieron desnudos y empapados de sangre a un costado de una carretera en el estado.
Recordó que los cadáveres fueron abandonados junto a un mensaje dirigido al secretario de estado de la misma entidad, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, “político cercano al Gobernador del estado de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, acusándolo de ser traidor al Cártel CJNG a favor de trabajar y apoyar a sus rivales, el Cártel de Sinaloa”.
“A pesar de las mejores intenciones del presidente López Obrador y las innumerables promesas de mejoras futuras, la incapacidad y corrupción no permiten progresos en la lucha contra el crimen; sobran evidencias de que este es un problema que México no puede manejar por sí solo, ni debería hacerlo. A decir de todos, se trata de una crisis internacional e inevitablemente requerirá una respuesta internacional”.
Por cuanto hace al caso de Morelos, el activista destacó la fotografía difundida que muestra al Gobernador del Estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco Bravo, posando con tres conocidos cabecillas del cartel, así como la aparición de “narcomantas” o grandes carteles que se colgaban en lugares públicos detallando una presunta relación entre el mandatario y el crimen organizado.
Detalla que más allá de los discursos de soberanía, hay un problema compartido, por lo tanto, la solución requiere de una coordinación que trascienda fronteras, todo ello respetando los derechos de los ciudadanos de ambos países. “Es difícil expresar la gravedad de la situación aquí, en una sola carta, pero ante este panorama lo exhorto a usar su influencia para promover una colaboración más estrecha con las autoridades mexicanas, para que sus esfuerzos conjuntos puedan tener éxito y combatan los flagelos que durante tanto tiempo han tenido a nuestras sociedades sometidas ante las organizaciones criminales. Realmente no podemos hablar de una verdadera soberanía”, concluye en la carta.