Xalapa, Ver.- La modificación de leyes para permitir las uniones homosexuales sólo permitirá regular la relación de pareja y hará vulnerable al matrimonio, que es la base de la familia y de la sociedad, según la Arquidiócesis de Xalapa.
Además, modificar el Código Civil para sustituir el matrimonio entre un hombre y una mujer, abriría la puerta a la adopción de niños por personas del mismo sexo, al derecho a las técnicas de reproducción que implican una serie de dilemas éticos, "a la compra-venta de seres humanos, a la renta de vientres o maternidad subrogada y a la homosexualización de los niños", sostiene.
A través de su comunicado dominical, firmado por José Manuel Suazo Reyes, su vocero, precisa que el matrimonio no puede ser usado como un instrumento igualador y dice confiar en que el Congreso local proteja el matrimonio y la familia natural.
El matrimonio entre hombre y mujer regula y protege a la familia, mujeres y niños, y esa protección cada día es menor debido al debilitamiento que sufren las familias con leyes adversas, señala el comunicado.
Establece que las familias veracruzanas necesitan resolver la gran deuda social de inseguridad, servicios de salud, infraestructura carretera, oportunidades de trabajo, mejores precios a los productos del campo educación, entre otros, no que las destruyan.
Reitera que el matrimonio es una institución natural milenaria que da origen a la familia. "El matrimonio es entre un hombre y una mujer. De la relación entre un un hombre y una mujer es de donde surgen los hijos, es por eso que el matrimonio es la base de la familia y de ahí surge la sociedad".
También dice que "con el pretexto de la no discriminación y de una falsa inclusión se busca poner al mismo nivel la grandeza y dignidad del matrimonio con una relación socio asistencial y o sexual.
El matrimonio goza de una naturaleza propia, tiene sus fines específicos y propiedades esenciales; " la reforma al Código Civil de Veracruz busca cambiar la naturaleza jurídica del matrimonio", establece.
También aclara que la defensa que las familias veracruzanas han realizado durante los foros simulados y en las manifestaciones como la del pasado 30 de enero, no es en contra de las personas que tienen una orientación hacia personas de su mismo sexo, sino para defender las instituciones familiares que el orden natural ofrece y que permiten la perpetuidad de la especie humana.