Orizaba, Ver.- El hipopótamo Tyson y la leona Princesa, que eran las únicas especies que no tenían pareja, ya tienen novio, dio a conocer Román Rodríguez Martín, coordinador de Embellecimiento Humano en el municipio. Dijo que los ejemplares, que llegaron a través de la Semarnat, están en etapa de adaptación, cada uno con el que será su pareja.
Se les tiene que ir acercando, primero que se vean con una reja de por medio, después de un tiempo podrán vivir juntos. Es un proceso que tarda tres o cuatro meses. A ambos ya les hacía falta pareja
Quien se encargó de buscarles pareja fue Mayra de la Vega, aprovechando que son jóvenes. Tyson, a pesar de su volumen, es un animal joven y es fácil que se adapte. Un caso más complicado es el de una tigresa que llegó y está en etapa de adaptación con tres tigres, pues por la edad el proceso se lleva más tiempo, sin embargo, se intenta. Mientras eso ocurre se adapta en la jaula que era de los mapaches que está cerca del área de los tigres, para que comiencen a convivir.
Los trabajos se realizan en el Paseo del Río para que cuando se abra nuevamente a la población le sea mucho más atractivo. Señaló que a los osos se les hizo un lago bastante grande para que jueguen y se está haciendo una jaula muy grande con lago que tendrá una especie de ruinas mayas para decorarla, donde se reubicará a la mayoría de los jaguares. Esto permitirá que la leona Princesa y su novio tengan espacio suficiente.
Ninguno de los dos nuevos ejemplares, la hipopótamo y el león, tienen nombre, tampoco un zorro que nació en la reserva del río, por lo que a través de la página de Facebook del Ayuntamiento se realizará un concurso para que los niños propongan nombres para ellos.
RESERVA
En la reserva animal del Río Orizaba hay alrededor de 30 especies con cerca de 500 animales, entre ellos, muchas aves, reptiles, cerdos vietnamitas, liebres, venados, avestruces, pavorreales, monos araña, entre muchos otros, “ya nada más nos falta una jirafa y un elefante”, señaló.
Subrayó que al ser una UMA certificada, se cumple con todo lo que marca la Semarnat, es decir, todos los ejemplares tienen un chip debidamente registrado, por lo que cuando uno de ellos muere se tiene que cumplir con el protocolo que marca la realización de una autopsia, además esta debe ir sustentada con el material fotográfico correspondiente, entre otros requisitos.