La iniciativa denominada Ley Monse, con la que se busca castigar a quien o quienes encubran a feminicidas y los ayuden a huir, sería replicada a nivel nacional.
La presidenta nacional de la Red de Mujeres Defensoras de la Paridad en Todo, Josefina Meza Espinoza, dio a conocer que en un inicio esta ley se podría replicar en Guanajuato, Michoacán y Querétaro, donde activistas buscan garantizar justicia para los feminicidios registrados en sus entidades y el país.
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“Tenemos un chat de la red al que pertenecen coordinadoras de varias entidades, una compañera trajo esta noticia y dijeron que se debía replicar en otras entidades, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, son algunas en las que se replicaría, lo que hicieron ayer es histórico porque escucharon a las feministas”, expuso.
Al ser entrevistada manifestó que esta ley busca cerrarle la puerta a quienes han huido a la acción de la justicia, “que sepan las familias que si se prestan y son una red de apoyo para que no den cuenta de sus actos ante la justicia, ellos también van a ser responsables, creo que lo pensarían dos veces, yo soy mamá, lo pensaría”.
Refirió que desafortunadamente lo que ha sucedido en muchos de los casos de feminicidio que “se caen” es que las autoridades se “quedaron acostumbradas a trabajar como antes, a inventar pruebas, a traer testigos, pero hoy una sola violación a los derechos humanos tiene que ver con que todo el caso se caiga, deben ser más pulcros y buscar en todo momento la justicia”.
En su opinión, la ley no se aplica de forma adecuada porque existe desconocimiento y muchos de los cargos en los órganos de justicia se reparten por botines políticos y no por trayectorias.
“De repente llega como Fiscal o jefe de un área una persona que no tienen nada que ver o tiene problemas porque se le comprobó corrupción en el pasado. Lo que falta es profesionalización, visión de los derechos humanos como eje rector de las instituciones y gran concientización porque estamos deshumanizados”, expresó.
Destacó que el feminicidio es una de las mayores violaciones a los derechos de las mujeres y persiste la negativa de cambiar la cultura, por lo que se mantienen relaciones de poder entre hombres y mujeres, donde son el grupo femenil, el más afectado.
El país está sobre alfileres, se cae uno y le ponen otro, le ponen un curita y le pone diurex, este contrato social en el que coexistimos tiene que modificarse
"Estas relaciones desiguales entre hombres y mujeres tienen que cambiar, muchas mujeres son asesinadas porque no se quedan en el ámbito privado, ¿no será que le corresponde al 49 por ciento de la población hacer una revisión de sus conductas?, esto tiene que cambiar, se entiende que no es una guerra de hombres contra mujeres, pero las muertas las seguimos poniendo nosotras”, manifestó.