Las almas de los muertos que se resisten a irse han generado leyendas en los panteones de Xalapa.
Una niña que pasea entre las tumbas vistiendo un atuendo blanco, una muñeca que cambia de posición y la sombra de un hombre que deambula sin encontrar consuelo son ejemplo de las historias que han surgido en los panteones.
Personas dedicadas a la limpieza de tumbas y encargados de panteones dieron a conocer estas historias que se conjuntan con la temporada y ponen la piel “chinita”.
Las voces de estas personas, por ejemplo, Iván Sánchez, señalan que en el panteón Palo Verde al caer la noche se logra ver la sombra de un hombre que deambula por el cementerio. Algunos dicen que fue asesinado a sangre fría y espera la llegada de su agresor para vengarse.
Otros aseguran que se trata de un varón que murió hace aproximadamente cinco décadas días antes de casarse, por lo que su pena es grande al no haber sido feliz con el amor de su vida.
Una de las historias más recurrentes, la del fantasma de una niña que tiene un vestido blanco y recorre las tumbas en busca de niños para poder jugar con ellos, es parte del panteón Xalapeño. Ahí tanto grandes como chicos mencionan que la historia de esta niña data de 1970, cuando la menor perdió la vida a causa de una enfermedad que ningún médico o especialista pudo diagnosticar. Debido a que la niña tenía una edad corta, la leyenda indica que busca amigos con los cuales divertirse cada día para disfrutar de su infancia y los años que no pudo vivir.
La niña de cara angelical, como lo mencionó Ángel Hernández, sale cada noche para buscar personas, sin importar la edad, para jugar a las escondidas, juego que prefería en vida.
En ese mismo panteón surgió la historia de la muñeca que cobra vida y por las noches cambia de posición para evitar el cansancio. La muñeca, que luce un vestido azul y se encuentra peinada con una corona de flores, se encuentra en la capilla de una menor que falleció en 1978. De acuerdo con Felipe Miguel López, la muñeca suele sentarse o bajar las manos porque quiere descansar. La muñeca, de acuerdo con la leyenda, pertenecía a la niña que fue sepultada en el lugar donde permanece y sus familiares acuden constantemente para cambiarle la ropa y mantenerla limpia, aunque ya está maltratada por el paso de los años.
Ciertas o no, estas historias pasan de boca en boca entre los asistentes al panteón Xalapeño, uno de los más populares en la capital del estado y en estos días rondan entre las tumbas y mausoleos.