Con el cambio de semáforo rojo a naranja en la entidad veracruzana, los turistas comenzaron a llegar a la Cascada de Texolo, en el municipio de Xico, y con ello, las ganancias para Enrique Sánchez Méndez, artesano de la región.
Aunque Enrique es oriundo de Teocelo, un municipio aledaño al afluente, acude diariamente al sitio para ofrecer artesanías que elabora en casa con su hijo.
El confinamiento para prevenir contagios de Covid-19 causó que sus ingresos cayeran a cero pesos durante dos meses, donde no encontró un solo turista que le comprara llaveros tallados a mano.
Sin ventas, Enrique tuvo que gastar lo ahorrado meses atrás, dinero que también se terminó y lo orilló a buscar otra alternativa de entrada.
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Durante algunos meses antes de dedicarse por completo a ser artesano y comerciante, Sánchez Méndez cultivaba lechuga, rábano y acelga en el patio de su vivienda, situación que debió reactivar durante la contingencia sanitaria.
Comercializar productos de hortaliza lo mantuvieron con ganancias, mientras los turistas seguían en sus casas o estados, resguardados como parte del confinamiento preventivo a contagios que emitió la Secretaría de Salud a nivel federal y estatal.
“Ha habido negocios que han quebrado totalmente por la pandemia. Muchos de los que estamos así ya no les ha dado el negocio. Algunos se pusieron a sembrar café, andan ahora como cafeticultores, ya no todos los artesanos siguen sobreviviendo, somos pocos los que seguimos sobreviviendo en la cultura de la artesanía”.
Ejemplificó que antes de la pandemia, elaborada mensualmente cerca de 200 artesanías pero ahora, ya solo fabrica la mitad, 100 tarros de diferentes figuras como colibrís, tarros de madera con la imagen de la cascada de Texolo.
En tanto no se restablezca por completo la presencia de turistas en la Cascada de Texolo, Enrique continuará cultivando en su hortaliza y elaborando artesanías.