VERACRUZ, Ver.,- El obispo emérito de la Diócesis de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, aseveró que el primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha sido de “luces y sombras”.
En el marco del primer informe de gobierno, el líder religioso indicó que existen buenas cosas que se pueden destacar de la administración federal, como son la lucha contra la corrupción y la violencia.
En estos dos ámbitos, agregó, se requiere seguir trabajando para continuar dando resultados, pero la voluntad de combatir ambos problemas es destacable.
Por otro lado, indicó que el presidente ha tomado decisiones que no se comprenden, principalmente en materia económica, en donde incluso ha desestimado la opinión de especialistas u organismos que tienen información en temas especializados.
Así como hay cosas buenas, como la lucha contra la corrupción y la lucha como la violencia, que son cosas que no quiere decir que se hayan logrado; por otro lado ha tenido cuestiones oscuras por cuestiones que parecen caprichosas o improvisadas
El obispo emérito de Veracruz dijo que la sociedad ha asumido un papel importante frente al gobierno federal en su primer año de administración, pues a pesar de las decisiones tomadas se ha logrado generar debate.
En ese sentido, añadió que es importante que el presidente Andrés Manuel López Obrador propicie la apertura al debate e incluso analice su toma de decisiones a partir de la opinión de la población.
“Una tarea importante de la sociedad es hacerle ver al presidente, a las autoridades, que hay cosas que no se pueden soslayar, que no por una palabrita de ‘yo tengo otros datos’ ya se resuelven las cosas, que acepte la confrontación a buen nivel, no de banqueta, que se siente a comparar si tiene o no tiene razón”.
En otros, Luis Felipe Gallardo Martín del Campo aseveró que hechos como el ocurrido en Coatzacoalcos, en donde murieron 30 personas, muestra la realidad que se vive todos los días en Veracruz.
Se trata, dijo, de una situación de violencia que existe en todo el país, derivado de la falta de valores en la sociedad, y de la falta de oportunidades que por muchos años los gobiernos arrebataron a la población.
En ese sentido, dijo que la iglesia llama a la recomposición social e incluso participa activamente por la recuperación de los valores fundamentales y el respeto a la vida.