“Me dieron 15 días para salirme, qué puedo hacer, no tengo adónde ir ni nada”, dijo Luz María Landero Becerra, quien con 87 años deberá dejar su casa por una orden judicial.
En la calle Carlos Miguel Palacios, al lado del Deportivo Colón, está la casa de dos plantas de Luz María, a la cual llegó de 12 años de edad, en ella vive con una de sus hijas y dos nietos.
Con una andadera sale a su puerta, se recarga y empieza hablar, en su cuerpo y su cara son evidentes los años que carga, sus músculos tiemblan y no puede controlarlos.
Apenas el pasado lunes llegó la patrulla de la Policía con una orden judicial para desalojarla de su casa, la cual construyó con su trabajo, pero ahora su hijo y nieta la sacaron.
Fui la única hija, tenía una casita en la estación y se la di a mi hija sin pensar que iba a necesitarla, aquí en la casa teníamos un expendio de petróleo y las dos lo cuidábamos —su mamá y ella—, ya ve que se usaba para las estufas Luz María
Luz María estuvo más de una década como enfermera de un hospital en el centro de la ciudad, con ese dinero pudo construir en el terreno de la calle Miguel Palacios debido a que la construcción tenía teja y ahora es de dos plantas.
Ahora mi nieta —Beatriz Alicia Gea González— y uno de mis hijos —David González Landeros— me quieren sacar, tienen la orden de que ya perdí el juicio. Según le dejaron un testamento a Beatriz Alicia, mi mamá
Luz María
Landero Becerra asegura que un mes después de que murió su mamá se buscó el testamento, pero no había y después de 20 años ahora requieren la casa, “me hubieran sacado cuando estaba fuerte”.
“Bety quiere construir una escuela particular porque como ella es pedagoga, quiere poner su escuela para tener su fuente de trabajo para ella”, dice una de las hijas de Luz María.
Hasta el momento Luz María comenta que no cuentan con apoyo de ninguna autoridad, tampoco tienen dinero para mover sus cosas o mudarse a otra casa, pero es un hecho que deberá dejar su casa en menos de 15 días.
