Más de 700 muertes por cáncer en un año; se disparan casos de mama y cérvico-uterino

Melissa Hernández

  · martes 10 de octubre de 2017

Xalapa, Ver.- Veracruz se encuentra entre los estados con más altos índices de defunción de cáncer de mama y cérvico uterino según datos de 2015; especialista invita a población a llevar una vida más sana.

Según cifras de la Secretaría de Salud federal con respecto al cáncer de mama, la entidad veracruzana registra un aumento de defunciones de mujeres mayores de 25 años por este padecimiento de 2000 a 2015.

Tan sólo en 2013 se registraron 353 defunciones, para el año siguiente aumentó a 369 y para el 2015 se sobrepasaron los 370 casos de muertes por cáncer de mama.

En cuanto al cáncer cérvico-uterino, aunque hubo un descenso, ha comenzado a aumentar según los datos de la dependencia federal en defunciones de mujeres mayores de 25 años.

En 2013 se registraron 377 defunciones por cáncer cérvico-uterino, para el siguiente año se contabilizaron 341 muertes por esta enfermedad y para 2015 volvió a aumentar a 367 defunciones.

Con información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI) en 2016 realizó un trabajo sobre esta enfermedad, que con datos de 2013 señala que la principal causa que genera visitas al hospital son tumores malignos, la más alta tasa de letalidad del cáncer es en mujeres en edades de 15 a 19 años.

Sin embargo, la primera causa de muerte es por tumores malignos principalmente en el estómago, así como en la mama; y hasta el 2015 la primera causa de muerte en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud, es el cáncer.

Los tipos de cáncer más frecuentes en una mujer son de mama, órganos genitales y en el órgano digestivo; mientras que en el hombre es en órgano digestivo, órgano genital y órganos hematopoyéticos, que son bazo, ganglio linfático, timo, hígado y médula ósea.

En 2013 los tipos más comunes de cáncer son en primer lugar en el órgano digestivo, órgano respiratorio, sistema reproductor masculino, mama, órganos genitales femeninos, vías urinarias y células germinales.

El jefe de servicio de cirugía oncológica del Centro Estatal de Cancerología (Cecan) “Miguel Dorantes Mesa”, Óscar Villa Zepeda, explicó que el cáncer es un célula que tiene un cambio genético, se multiplica y migra a zonas del cuerpo, sin embargo no es atacada debido a que no la reconoce como extraña y permite su crecimiento, por lo que el cáncer se desarrolla cuando el cuerpo pasa por alto estas células que han mutado.

Aseveró que cualquier cáncer es complicado si llega en una etapa avanzada, por lo que todos los programas se encuentran enfocados en la prevención y en detectarlo a tiempo.

“Los tipos de cáncer más frecuentes son el de mama, cérvico uterino, próstata, testículo, y después una gama de tubo digestivo, estómago, colón, páncreas, hígado, hueso y sarcomas”, aunque agregó que el más frecuente y letal a nivel mundial es el cáncer de pulmón, porque llega en etapa avanzada.

Sobre prevenir el cáncer, el especialista expresó que hay factores de riesgo que las personas pueden dejar de hacerlo para evitar aumentar las probabilidades como el tabaquismo, relaciones sexuales inseguras; y pueden disminuir la probabilidad con una alimentación sana, hacer ejercicio y controlar el peso.

“Te puedo decir que el tabaquismo está asociado prácticamente a todos los tumores de cabeza y cuello, de lengua, cavidad oral, encía, laringe, pulmón y esófago y están asociados a tumores de cérvix, cuello uterino y mama, el que fuma tiene más riesgo que el que no fuma”, resaltó.

Pero también existen factores que no se pueden modificar como tener algún familiar que haya padecido cáncer o que las mujeres tienen un riesgo más alto de cáncer de mama que los hombres.

El oncólogo aseguró que sí han funcionado las campañas de prevención en el país, sin embargo en un país como México la idiosincracia es una falla debido a que en comunidades en zonas rurales las mujeres aún se niegan a ser revisadas.

“Hay comunidades o localidades donde están incomunicadas; no hay suficiente información. A la gente por la misma idiosincracia le da pena desvestirse frente al médico, le da pena que le hagas una exploración mamaria, una exploración ginecológica, no se hacen el Papanicolaou y ahí viene el diagnóstico tardío”, explicó.

Oscar Villa recordó que en Estados Unidos ha bajado el índice de cáncer cérvico uterino debido a que las mujeres al iniciar su vida sexual empiezan a realizarse el Papanicolaou, mientras que en México sólo van al médico cuando empiezan con sangrados o les duele algo.

Sobre los tratamientos, Villa Zepeda subrayó que en tumores sólidos la estándar es cirugía, la radioterapia, quimioterapia; para el cáncer de mama se cuenta también con la hormonoterapia; y está en estudio la inmunoterapia que tardará varios años en llegar al país.

“La radioterapia y quimioterapia son las terapias más eficaces y son accesibles a la ciudadanía a través de programas sociales como IMSS, ISSSTE y Seguro Popular; en el Centro Estatal de Cancerología el Seguro Popular cubre los gastos completos de las principales neoplasias”, destacó.

En cuanto a la hormonoterapia manifestó que sí hay cobertura para el cáncer de mama, estos son medicamentos tomados que pueden comprar en la farmacia, sin embargo a veces hay sobrecarga de pacientes y el tratamiento se puede retardar.

Sobre los costos en caso de que se cuente con algún tipo de cáncer que no tenga cobertura, explicó que un esquema estándar de quimioterapia tiene un costo promedio de 10 mil pesos, sin embargo esto variará del tipo de cáncer y la fase en la que se encuentra, así como también estará relacionado con esto el número de sesiones.

Oscar Villa mencionó que en el Cecan en caso de que el paciente sea de bajos recursos existen patronatos que ayudan a la población a costear los medicamentos de las quimioterapias.

El especialista exhortó a los ciudadanos a llevar una vida lo más sana posible y evitar los excesos, así como acudir al médico de forma frecuente para efectuarse en las mujeres el Papanicolaou y la mastrografía —después de los 40 años una al año— y en los hombres monitoreo prostático a partir de los 40 años.

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