Un automovilista a pesar de aprobar el examen de alcoholimetría se puso a alegar y durmió en San José.
Aunque es sabido que por lo regular los viernes se instala el filtro de seguridad para realizar el operativo de vialidad y alcoholimetría, en Maestros Veracruzanos, en ambos sentidos de la unidad Pomona en esta capital, automovilistas circulan por esta zona y llegan al filtro, después de haber consumido bebidas etílicas.
De 841 conductores que pasaron por ésta zona, se toparon con policías estatales, agentes de Tránsito y del Transporte Público, una vez que pasaron la prueba cualitativa sólo 17 pasaron a la cuantitativa, sin más tuvieron que entregar la llave de sus unidades, llevándose consigo su respectiva infracción e inventario del vehículo, ya que fueron remitidos al corralón.
Entre los conductores sancionados, tres trataron de evadir el operativo, pero fueron detectados por oficiales motociclistas e intervenidos para realizarles su respectiva prueba de alcoholemia.
Uno de estos automovilistas se negaba a realizarse dicha prueba, pero luego de ser convencido aceptó, la pasó, pero se puso a discutir con los oficiales de Tránsito, diciéndoles que es doctor de una clínica de alta especialidad en esta capital, tratando de intimidarlos que iban a tener problemas y que un alto funcionario de la Secretaria de Salud iba a ir por él, pero quienes llegaron, fueron efectivos de la policía preventiva en una unidad policiaca, para aplicar el cero tolerancia y trasladarlo al cuartel San José, por ultrajes a la autoridad y alterar el orden.