“Mi madre me dio la vida dos veces", solía contar don Sergio Obeso

Durante la lectura de su semblanza, el arzobispo Hipólito Reyes Larios recordó que la madre del cardenal después de darlo a luz quedó paralítica durante algunos meses

Itzel Molina

  · miércoles 14 de agosto de 2019

Foto: David Bello

Xalapa, Ver.- La Catedral lució pletórica. Miles de católicos dieron el último adiós al cardenal Sergio Obeso Rivera ante la presencia de sus familiares y Norberto Rivera Carrera, cardenal emérito arzobispo primado de México. También estuvieron Miguel Ángel Yunes Linares, exgobernador de Veracruz, y Rogelio Franco Castán, exsecretario de Gobierno. No asistió a la ceremonia el gobernador Cuitláhuac García Jiménez. El único funcionario de Gobierno del Estado presente fue Sergio Ulises Montes Guzmán, director general de Asuntos Religiosos.

Desde ayer, el cardenal descansa ya en la Cripta de los Obispos, situada en el interior de la Catedral de Xalapa.

Foto: René Corrales


A las 12 horas, miles de católicos esperaban pacientemente a que iniciaran las exequias. El intenso calor ocasionó que algunos se retiraran, pero el lugar vacante fue inmediatamente ocupado por otra persona.

Desde muy temprano, los fieles comenzaron a llegar al templo religioso. Lo mismo hicieron los familiares del cardenal: Antonio Chedraui Obeso, David Velasco Aldave, Estela Chedraui Obeso, Manuel Fernández Ávila, David Velasco Chedraui, Fernando Benítez Obeso, Irma Chedraui, entre otros.

Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, durante su homilía en las exequias del Cardenal Sergio Obeso Rivera / Foto: David Bello

Las exequias dieron inicio a las 12:25 presididas por Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa. Un numeroso e importante grupo de obispos de Veracruz y del país hicieron acto de presencia: Gonzalo Alonso Calzada, obispo de Tehuacán; Mario de Gasperín, obispo emérito de Querétaro; Eduardo Cervantes Merino, de Orizaba; Ramón Calderón Batres, emérito de Linares; Lorenzo Cárdenas Aregullin, de Orizaba; Luis Felipe Gallardo Martín del Campo, emérito de Veracruz; Salvador González, auxiliar de México; Roberto Domínguez, de Ecatepec; Roberto Carlos Briseño Arch, de Veracruz; Domingo Díaz, de Tulancingo; Marcelino Hernández, de Colima; José Rafael Palma Capetillo, auxiliar de Xalapa; Trinidad Zapata Ortiz, de Papantla; Rutilo Muñoz Zamora, de Coatzacoalcos; Fidenio López Plaza, de San Andrés Tuxtla; Egelberto Rodríguez, delegado del cardenal de Guadalajara, Víctor Martínez.

Foto: David Bello

Además de los mencionados, aproximadamente 300 presbíteros más del estado de Veracruz y de otros estados del país concelebraron la ceremonia.

CON SEGURIDAD, HA RENACIDO EN LA VIDA ETERNA

El domingo 11 de agosto, “nuestro querido arzobispo emérito y cardenal don Sergio Obeso Rivera, llegó al final de esta vida terrena y con toda seguridad ha renacido en la vida eterna, ha recibido el premio de los fieles servidores de Dios y se le otorgará una mansión en los cielos”, afirmó Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa, durante su homilía en las exequias del cardenal Sergio Obeso Rivera.

Indicó que en los cielos, don Sergio Obeso esperará la definitiva resurrección para que le sea restituido un cuerpo “como el de Nuestro Señor Jesucristo. Por nuestra parte, encomendamos su alma a la infinita misericordia de Dios y le pedimos fervorosamente que interceda por su familia, por su diócesis de Papantla, por su arquidiócesis y provincia eclesiástica de Xalapa, por la iglesia de México y por la iglesia universal”, dijo.

Ante los feligreses que abarrotaron la Catedral de Xalapa, el prelado leyó una semblanza de su Eminencia Cardenal Sergio Obeso Rivera / Foto: David Bello

Ante los feligreses que abarrotaron la Catedral de Xalapa, el prelado leyó una semblanza de su eminencia cardenal Sergio Obeso Rivera, previamente destacó un mensaje acerca de la muerte de Jesús y los sacramentos de la Iglesia Católica, que fueron recibidos por don Sergio como don de Dios en su propia persona para después administrarlos primero como presbítero y posteriormente como obispo en la diócesis de Papantla y arzobispo en esta Arquidiócesis de Xalapa.

Al leer la semblanza del cardenal Sergio Obeso, el arzobispo Hipólito Reyes destacó a los padres del purpurado, así como su formación religiosa que se dio desde su hogar.

Expresó que el cardenal fue uno de nueve hijos: cinco mujeres, Estela, Concepción, Flora, Dolores y Tatiana, y cuatro hombres: Emilio, Jesús, Sergio y Jaime, siendo Sergio el sexto entre sus hermanos.

Los restos del cardenal don Sergio Obeso tendrán su eterna sepultura en la iglesia Catedral / Foto: Eduardo Murillo

Recordó que don Sergio solía decir: “Mi madre me dio la vida dos veces; me prefirió a su propia vida porque estando yo por nacer tenía un gran problema. Por eso los médicos le pusieron el dilema: o usted aborta o usted se muere. Ella consultó un médico creyente y a su confesor y éste le aconsejó ‘así te mueras en la raya, pero no debes abortar’ a lo que ella aceptó y me dio a luz quedando paralítica durante algunos meses”.

“Eso es un auténtico himno a la vida humana con hermosos frutos”, afirmó el arzobispo.

Después hizo un largo recorrido por la vida, estudios y obra del cardenal en favor de la Iglesia Católica.

Destacó que en la solemnidad de Pentecostés, celebrada el 20 de mayo de 2018, el Papa Francisco, al final del rezo del Regina Coeli, anunció la designación de nuevos cardenales de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. “Por primera vez la provincia eclesiástica de Xalapa fue distinguida con el nombramiento de un cardenal, Sergio obeso Rivera a sus 86 años de edad. Recibió el capelo y el anillo cardenalicios el 28 de junio de 2018 de manos del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro en Roma”, aseveró.

YA DESCANSA EN LA CRIPTA DE LOS OBISPOS

Una vez finalizadas las exequias, el padre Luis Acosta Méndez procedió a realizar un responso y a incensar el féretro donde descansan los restos de don Sergio Obeso Rivera ante el silencio absoluto de los fieles congregados en la Catedral de Xalapa.

Finalizado el acto, estalló el nutrido aplauso y el padre Rafael Luna, encargado de dirigir la ceremonia, exhortó a los presentes a permanecer en su lugar en tanto se trasladaba el cuerpo del Cardenal del altar de la Catedral a la Cripta de los Obispos a donde se dirigió el cortejo fúnebre encabezado por los integrantes de los servicios del altar, seguido de familiares y los obispos asistentes.

Una vez en la cripta, Hipólito Reyes Larios bendijo la tumba: “Señor Jesucristo, que al descansar tres días en el sepulcro santificaste la tumba de los que creen en ti de tal forma que la sepultura no sólo sirviera para enterrar el cuerpo, sino también para acrecentar nuestra esperanza en la resurrección, dígnate bendecir esta tumba y concede a nuestro hermano, el cardenal Sergio Obeso Rivera, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Xalapa, descansar aquí de sus fatigas durmiendo en la paz de este sepulcro hasta el día en que tú, que eres la resurrección y la vida, lo resucites y lo ilumines con la luz de tu rostro glorioso”.

En la Cripta de los Obispos, el cardenal Sergio Obeso podrá ser visitado por los fieles todos los días del año.