Xalapa, Ver.- "En el siglo XXI, las mujeres todavía no tenemos el derecho pleno a nuestro propio cuerpo y, mientras no lo tengamos, no seremos realmente libres", declaró la escritora Margo Glantz en la presentación de su libro “Cuerpo contra cuerpo”, una de las actividades de la Feria Internacional del Libro Universitario Virtual.
Ante el cuestionamiento de por qué le es importante hablar de las mujeres, la investigadora y miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua dijo que porque han sido anónimas.
“No les han permitido ingresar a la historia y cuando han entrado siempre se les considera como unas intrusas o monstruos extraordinarios que sobrepasan lo femenino. Una mujer como Sor Juana Inés de la Cruz pareciera que fuera una especie de ser extraño, por el solo hecho de ser capaz de argumentar”, expresó.
Margo Glantz, quien aceptó participar en la FILU el día de su cumpleaños número 91, rememoró que ella empezó a votar cuando tenía 24 años, en 1954.
Antes era una esclava, no tenía derecho ni a la voz ni al votoMargo Glantz | escritora
En ese sentido, dijo que la presencia femenina cada vez es más vigente e importante, a pesar de que a las mujeres no se les ha permitido tener los derechos que sí tienen los hombres.
En una sesión con problemas técnicos iniciales, algo recurrente en los tiempos actuales y que Glantz definió como “horrorosos”, la ensayista respondió la pregunta de cómo ha logrado compaginar su vida profesional con la familiar.
Opinó que probablemente para algunas mujeres ha sido más difícil compaginar las labores domésticas con las académicas, sin embargo, en general cree que las mujeres poseen más experiencia para lidiar con varias cosas al mismo tiempo y poderlas manejar. “Culturalmente –puntualizó– estamos acostumbradas a hacerlo”.
Manifestó que cada quien tiene sus mañas y sus formas de organizarse, además de sus intereses. En su caso, dijo que tanto el ensayo como la creación narrativa, el viajar, escribir artículos periodísticos o en Twitter forman parte de una misma corriente donde explora diversas formas de comunicación.
“Todas son absolutamente legítimas e importantes. Lo manejo constantemente y no hay una diferencia esencial entre el ensayo y la creación literaria con la vida diaria”.
En la charla virtual, al hablar de “Cuerpo contra cuerpo”, editado por Sexto Piso/UAM-Cuajimalpa, 2020, cuya selección y prólogo fue encargado a Ana Negri, explicó que se trata de un selección de ensayos con diversas temas que van desde la mitología y hasta escenas de la vida cotidiana.
“En todos está presente la mirada sobre el cuerpo, al grado de que hacia la última parte aparece ‘Heridas y fracturas’, donde planteo el cuerpo exterminado en los campos de concentración”.
Precisó que aunque no es actual en apariencia, sí está vinculado con lo que pasa en muchos países, como Colombia y México, donde hay un enfrentamiento diario a la desaparición constante de los cuerpos, a los cuerpos golpeados, disueltos en ácido, cuerpos torturados o desmembrados.
“Esperábamos que estos sucesos no se repitieran, pero siguen ocurriendo. Estamos enfrentados al cuerpo y su existencia, y a su desaparición”, declaró.
Margo Glantz, a lo largo de su obra, se preocupa por recuperar cuerpos, el de Malinche, la lengua o intérprete de Cortés durante la conquista de México; el de Santa, la prostituta protagonista de la novela del mismo nombre de Federico Gamboa; el cuerpo de los mutilados en la India; el de los asesinados y cremados en los campos de exterminio…