Con ingresos garantizados de apenas un salario mínimo al mes y con una esperanza de vida superior a sus antecesores, las nuevas generaciones de trabajadores se toparán con una situación muy complicada al terminar su vida productiva advirtió Jorge Martínez Martínez, académico de tiempo completo de la facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana.
El catedrático universitario indicó que los llamados “millennials” serán la primera generación que enfrente estos problemas aunque señaló que hasta el momento esa crisis futura no pareciera preocuparles.
Nadie presta atención o lo hacen muy pocos porque no ven a futuro, sienten que su presente está bien pero no se detienen a reflexionar que llegará un momento en que van a necesitarlo (…) es parte de esta cultura de posmodernidad que sólo piensan en el hoy.
Y es que, mientras que los trabajadores que se están jubilando actualmente aún recibirán una pensión vitalicia, quienes ya están bajo el sistema de Afore (Administradora de Fondos para el Retiro) recibirán al concluir su vida productiva parcialidades del monto disponible en su cuenta por lo que llegará un momento en el que el dinero se agota.
De esta forma, los extrabajadores tendrán que enfrentar las necesidades económicas de su vejez con los ingresos “garantizados” por el IMSS o el ISSSTE que van de uno o dos salarios mínimos dependiendo de la institución en la que cotizaron.
“En el futuro tendremos a personas con cuentas individuales agotadas, es decir que tuvieron su pensión por Afore pero que vivieron más del tiempo que se le calculó y ya no tendrá dinero y solo recibirá la pensión garantizada por el Estado que es, en el IMSS, de un salario mínimo y en el ISSSTE, de dos. Esas son las pensiones garantizadas”, dijo.
El especialista en Derecho Laboral dio a conocer que, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cada persona debería ahorrar el 40 por ciento de su salario durante al menos 40 años de su vida a fin de garantizarse una vejez decorosa y alcanza una tasa de retorno de más del 50 por ciento. Es decir, si un trabajador gana 200 pesos al día, tendrá que ahorrar 80 pesos a fin de que, después de 40 años de trabajo pueda garantizarse una pensión de 100 pesos diarios. “Esto implica tener una capacidad de ahorro y sabemos que no es el caso de todos pero los que tengan capacidad de ahorro, lo conveniente es hacer aportaciones a sus cuentas individuales”, señaló.
En ese sentido, el doctor en Derecho Público por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Veracruzana expuso que ante el crecimiento del número de pensionados y jubilados y la desproporcionalidad con la población económicamente activa, en los últimos años se han llevado a cabo una serie de modificaciones que van dejando a los trabajadores cada vez más indefensos ante el retiro.
Recordó que, la última reforma de IMSS e ISSSTE que aplica para el grueso de la población establece que el retiro queda en manos de cada trabajador y que al no tener la garantía de un ingreso que les de la calidad de vida necesaria lo recomendable es que se ahorre para esta época.
Se carga al trabajador la responsabilidad pasando de un esquema de beneficio definido que da derecho a una pensión definida a uno de contribución definida que sólo significa que yo sé cuánto aporto no de cuánto va a ser mi pensión.