Xalapa, Ver.- En esta segunda quincena de enero el pollo registró un aumento con respecto a la semana anterior, situación que preocupa a las amas de casa porque coinciden en que es la carne que más consumen.
Sin mayor explicación de parte de los proveedores, el 17 de enero los vendedores de pollo compararon el kilo de esta proteína con un incremento del 15 y hasta 22 por ciento.
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Así, una pechuga que estaba en 50 pesos ahora tiene un costo de hasta 63 pesos y en algunas colonias de la ciudad subió de 40 a 48 pesos. La pierna con muslo, que es lo más vendido, varía entre los 12 y hasta 16 pesos, dependiendo el tamaño.
“Ya ni una sopita con huesos sale barata. Si no sube el jitomate es el pollo y si no, hasta el cilantro para darle sabor”, expresa Carmen Ballesteros, quien comparte que en su casa todos los días hace alguna variante de caldo o sopa.
Y es que en la zona donde vive, menciona que ya solo las patas e hígados están en menos de cinco pesos. Lo demás cada vez está más caro.
En consulta a los vendedores refieren que de por sí el precio del pollo es muy variable, pero de las fiestas decembrinas a la fecha solo tuvo una disminución para luego volver a subir. Exponen que sí notan una reducción en las ventas que los lleva a ofertar el pollo al día siguiente, ya con precio “de frío”, y reducir sus pedidos para evitar pérdidas.
María del Pilar Bautista, encargada de la granja avícola La Martinense, explica que el pollo tiene el precio máximo por temporada invernal, pues es cuando la producción baja. “Quienes están sin problemas financieros, hacen buenas inversiones para que no bajen sus producciones en este tiempo, pero son pocos”, expresa para luego puntualizar que en abril baja el precio del huevo y el pollo, aunque la inflación de 2022 podría tener nuevos impactos.