MIXTLA DE ALTAMIRANO, Ver.- Las calles solitarias, las mujeres que caminan con flores en las manos y la tristeza en la mirada de los pobladores dan cuenta de la desgracia, como así la llaman ellos, que los ha unido por el duelo.
El asesinato de la alcaldesa Maricela Vallejo Orea, su esposo Efrén Zopiyactle, y el chofer, registrado la noche del pasado miércoles, ha puesto en alerta no sólo a la familia, sino a los pobladores.
Las calles de este poblado, ubicado a 14 kilómetros de Zongolica, lucen solitarias y los pocos habitantes que las recorren ven con desconfianza a los extraños, con mayor razón a los que llegaron para ser testigos de los hechos o para transmitirlos a los usuarios de redes sociales, radioescuchas o lectores.
Son pocos los que responden a los cuestionamientos de personas con rostro desconocido y menos aún las que muestran confianza a la prensa que fue enviada al municipio para la cobertura.
La mayoría comenta que se trata de una desagracia, pues la alcaldesa, aseguran, siempre atendió las peticiones de los pobladores, sobre todo de los más necesitados.
"Siempre ayudaba, ella era una persona muy buena, que se preocupaba por los demás, que se comprometía y no se metía con nadie" , es el mensaje común de los ciudadanos.
El fallecimiento de la responsable de la administración municipal ha consternado a todos, incluso a los empleados del Palacio Municipal, mismo que permanece cerrado.
"No habrá servicio hasta nuevo aviso", es el mensaje que se colocó en la puerta, donde también fue colgado un moño negro con blanco para indicar el luto que guardan.
Un letrero con la misma insignia se colocó en otra puerta que junto tiene la imagen del Ayuntamiento, acompañado por el lema "Pueblo ideal, donde se vive mejor".
El inmueble permanece resguardado por policías municipales, quienes son los responsables de dar a conocer que no se tiene un día específico para la reanudación de labores.
"No nos han dicho hasta cuando regresarán a trabajar, con lo que pasó apenas nos dan información, aquí no encuentras a nadie, ni a la regidora, ni al síndico, ni a un sólo trabajador", expuso el elemento de policía.
Los policías además se encuentran distribuidos en varias zonas de la cabecera municipal, incluyendo la casa de la alcaldesa, donde fueron velados los cuerpos la noche de ayer.
La seguridad y vigilancia se convirtieron en una necesidad, no sólo para los pobladores, sino también para las familias de la alcaldesa y su esposo.
Los pobladores hablan de los hechos en las calles, algunos consternados, otros sin tener idea del o los motivos del por qué sucedieron, pero la mayoría exige justicia.
"Esto es algo que nunca pensamos que iba a suceder, fue un hecho que nos dejó a todos preocupados porque ya nadie está seguro con esta situación que estamos viviendo", se escucha entre los acompañantes de la familia.
Los cuerpos de la alcaldesa y su esposo fueron velados por segundo día consecutivo en la casa donde vivían, la cual está ubicada en el Barrio Segundo, de la cabecera municipal.
La pareja perdió la vida, presuntamente, ante el ataque de un comando armado mientras transitaban en una camioneta por la carretera Zongolica-Orizaba en compañía del chofer del Ayuntamiento, quien también falleció.
La camioneta en la que transitaban fue localizada a la altura de la comunidad Atlanca, del municipio Los Reyes. Los cadáveres presentaron lesiones en diferentes partes del cuerpo, según el reporte de la Fiscalía General del Estado, en el lugar se contabilizaron 31 disparos de al menos tres armas distintas.
Tras los hechos, familiares y pobladores han solicitado a las autoridades justicia y el esclarecimiento de los hechos, pues recuerdan que la alcaldesa con anterioridad denunció que había sido amenazada de muerte, sin que las autoridades hubieran atendido dicha alerta.
En la casa donde fueron velados este viernes, la familia recibe a los acompañantes con agradecimiento y con educación a los desconocidos, sobre todo si se trata de la prensa, a la que además han pedido respeto al duelo por el que atraviesan.
El esposo de la alcaldesa Efrén Zopiyactle fue velado el miércoles en su casa y la alcaldesa en Zongolica, dónde creció.
La tarde de ayer se realizó la primera misa en honor a la alcaldesa en la iglesia de San Francisco de Asís, en Zongolica, y al concluir su cuerpo fue trasladado a su casa, en el municipio de Mixtla.
Este sábado se realizará la misa de cuerpo presente para ambos en la iglesia San Andrés Mixtla, posteriormente se llevará a cabo un homenaje póstumo en el patio central del Ayuntamiento, para después ser sepultados en el panteón municipal, lo que se prevé sea entre las 15:00 y 16:00 horas.
MIXTLA, POBREZA Y MARGINACIÓN
Ubicado a 194 kilómetros de la capital veracruzana (4 horas 40 minutos), Mixtla de Altamirano es un municipio que se ubica en la zona serrana del estado.
Colinda al norte con los municipios de Texhuacán y Zongolica, al este con el municipio de Zongolica, al sur con los municipios de Zongolica y Tehuipango, al oeste con los municipios de Tehuipango y Texhuacán.
Este municipio se caracteriza por la marginación y la pobreza, que además de ser visible en las construcciones de las viviendas, se encuentra registrada por las autoridades estatales y nacionales.
Conforme al Sistema de Información Municipal en el Cuadernillo de los Municipios de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) para el 2018 Mixtla contaba con 10 mil 961 habitantes, de los cuales 10 mil 353 eran indígenas.
El 95.3% de su población vive en pobreza, de este porcentaje 33.8% es pobreza moderada y 61.5% extrema. El 4.6% de la población es vulnerable por carencia social y sólo el 0.1% es población no pobre y no vulnerable.
Los hombres se dedican a la venta de alimentos del campo, por lo que también recurren al trueque, y las mujeres a la elaboración de bordados y tejidos, materiales castigados por la economía ante el regateo de los clientes.
Además, en el municipio se carece de oportunidades de desarrollo económico, ya que han sido rezagados por varios años.