Xalapa, Ver.- ¿Te ha pasado que tienes una idea en la “punta de la lengua” pero no puedes expresarla?, ¿siempre tienes frío o mucho calor?, cuidado, puede ser tu tiroides.
La doctora Dulce María Zavala Molina, pediatra y especialista en alergia e inmunología clínica por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), señala que la población desconoce lo importante que es la tiroides para nuestro cuerpo y que incide en su buen funcionamiento.
Coloquialmente suele pensarse que una enfermedad de la tiroides tiene que ver con la obesidad; sin embargo, ganar peso o no poder bajarlo, es sólo un síntoma de que ésta glándula está fallando, indica Zavala Molina.
Primero, ¿Qué es la tiroides?
En principio la especialista explica que la tiroides es una glándula endocrina de secreción interna que se localiza en la parte frontal del cuello y tienen un forma de mariposa: tiene dos alas y está unidad por una estructura que se llama istmo.
Esta glándula se encarga de producir hormonas, es decir, sustancias químicas que transportan mensajes (las órdenes de lo que tiene qué hacer) a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo.
“El cerebro— señala Zavala Molina— tiene una estructura que se llama hipófisis que es como una torre de control que le va a decir a la tiroides qué hormonas tiene qué producir y en qué cantidad, y éstas van a ir a hacia los órganos que regula”.
La importancia de la tiroides es que es la encargada del metabolismo, es decir, controla a qué ritmo debe funcionar nuestro cuerpo para estar saludable: “y eso es todo aquello que nos mantiene vivos, como la respiración, la frecuencia cardiaca, la temperatura, todo esto está regulado por la tiroides, y si ésta produce una cantidad de hormonas adecuadas vamos a tener una buena función reproductiva, una temperatura adecuada, una frecuencia cardiaca y una presión arterial buena, entre otras funciones”.
¿Qué pasa cuando falla?
La especialista señala que la tiroides principalmente produce dos hormonas que se llaman T3 y T4, las cuales deben tener unos niveles idóneos dependiendo de la edad y el sexo. Cuando estos niveles se descompensan es cuando hay una enfermedad tiroidea. Las más comunes es hipotiroidismo e hipertiroidismo. Agrega que las enfermedades de la tiroides son más frecuentes en las mujeres, pues de cada 10 casos, ocho son mujeres.
Zavala Molina indica que es difícil que una persona pueda palpar o sentir si su tiroides está inflamada o tiene algún nódulo; esto sólo es posible si se hace un chequeo médico; sin embargo, hay señales que se van presentando cuando nuestra tiroides comienza a fallar.
“Se pueden presentar dos cosas, que se produzca hormonas de más o de menos: hipotiroidismo es cuando nos falta, es decir, la persona puede tener estreñimiento, ya que el intestino no se se está moviendo adecuadamente, va lento; tiene frío, porque la temperatura no está regulada; piensa lento, porque la tiroides también regula el pensamiento y la capacidad de aprendizaje, son personas que se les olvidan las cosas o piensan en algo y no alcanzan a formularlo; también se les cae el cabello, aunque hacen ejercicio no bajan de peso o tienen obesidad; en el caso de las mujeres afecta a su fertilidad”.
También agrega que está el hipertiroidismo, que es cuando se produce hormona tiroidea de más, “entonces la persona tiene siempre mucho calor, suelen tener diarrea o van varias veces al baño porque el intestino se mueve muy rápido; pueden ser hipertensos o tener taquicardia, porque la frecuencia cardiaca está acelerada; la persona baja de peso muy rápido o a pesar de que quiere subir de peso no lo logra o los ciclos menstruales pueden ser irregulares”.
La pediatra indica que es necesario aprender a poner atención a nuestro cuerpo para ser capaces de reconocer éstas señales y acudir al médico, al menos, una vez al año. Señala que es difícil percatarse de una enfermedad en la tiroides porque las personas suelen “justificar” lo que sienten, por ejemplo, si todo el tiempo están cansados lo asocian al exceso de trabajo o desvelo; si se les cae el cabello a la marca del shampoo, en vez de verlo como una señal de que algo pasa en su organismo.
¿Por qué falla la tiroides?
Existen diversos estudios que siguen desentrañando qué es lo que modifica el funcionamiento de esta glándula; sin embargo, Zavala Molina indica que la tiroides puede estar alterada por una inflamación, por un virus, por causa autoinmune, que es cuando el organismo no reconoce la tiroides y comienza a atacarla, causando que se inflame; puede haber cáncer o bien darse de manera congénita, es decir, hereditaria.
También hay otros factores que tienen que ver con nuestro estilo de vida; la inmunóloga advierte que el estrés, no dormir bien, no ejercitarse y una alimentación inadecuada, sobre todo baja en yodo, son seguros caminos para que nuestra tiroides enferme.
Señala que también hay sustancias químicas en alimentos o medicamentos que pueden desequilibrar la tiroides como el caso de algunos suplementos que son usados para bajar de peso.
“El subir y bajar de peso de manera natural no modifica el funcionamiento de la tiroides, pero sí puede ocurrir por el uso de ciertos medicamentos que se usan para estimular que suceda, pues algunos contienen hormona tiroidea, y entonces al tomarla el cerebro registra que ya hay suficiente y entonces deja de producirla, habiendo después un desequilibrio”, explica.
En el caso del hipotiroidismo congénito, nos dice que desde el vientre un feto puede adquirir esta enfermedad si la mamá la padece; por ello es de vital importancia aplicar el tamiz al recién nacido para saber si tiene ésta enfermedad y tratarlo durante los primeros 30 días de vida: “es crucial que se haga porque vamos a tener un niño sano, que crece normal; pero si uno se tarda en hacer el diagnóstico y no se le detecta ni trata a tiempo, entonces además de la enfermedad puede tener incluso un retraso mental importante”.
Zavala Molina indica que desde la infancia y en toda las etapas de la vida es importante procurar una vida saludable: ejercicio, dormir bien, aprender a manejar el estrés y sobre todo una alimentación balanceada, rica en yodo, que incide en el correcto funcionamiento de la tiroides.