Cáritas llega a su 30 aniversario este 3 de mayo agradecida con Dios y con los bienhechores, cuya confianza les ha permitido multiplicar los centros de atención a 55 en las parroquias de las colonias y municipios de la diócesis. Este año y el anterior la demanda de servicios como alimentos, medicamentos y ropa se incrementó en 50 por ciento, dijeron la contadora Eva Leticia Villagrán Ramírez, Andrea Arcos López, encargada de las Cáritas parroquiales, y la administradora María Luisa Pérez Aguilar.
El aniversario se celebró con la misa que presidió el arzobispo Hipólito Reyes Larios ayer.
Villagrán Ramírez destacó que Cáritas ha tratado de responder a la demanda de alrededor de 50 por ciento debido a que la falta de empleo sigue afectando a mucha gente que no tiene recursos para subsanar enfermedades crónico-degenerativas, pues aunque algunas autoridades dicen que cubren la demanda de medicamentos, la realidad es otra porque las diálisis las deben conseguir las personas, vitaminas casi nunca hay, ni antibiótico, de ahí que siempre estén necesitados de medicamento, como el Ibuprofeno que se escasea debido a que ha sido muy recetado durante la pandemia, asimismo les hacen falta los que requieren personas con diabetes, presión alta, bolsas de colostomía, vitaminas y complementos alimenticios.
La falta de empleo sigue afectando a mucha gente que no tiene recursos para subsanar enfermedades crónico-degenerativas, por lo que se acercan a la institución buscando el apoyo. Un problema grave es el desempleo, porque cerraron negocios, de ahí que se requiere de creatividad para ayudarles, dijo.
Confió en que si ya han pasado esta pandemia, seguramente superarán otras dificultades con la ayuda de la gente que sigue solidarizándose y sobre todo confiando en la institución.
Andrea Arcos añadió que “muchas son las personas que acuden a las Cáritas, pero muchas otras que están solas y abandonadas no pueden acudir, por lo que el apoyo les llega a través de voluntarios. Aumentó el número de solicitantes pero también sus necesidades porque ahora también solicitan medicamentos o alimentación".
Los medicamentos, es uno de los servicios más solicitados tanto en la matriz como en Coatepec, en el albergue definitivo y en las Cáritas parroquiales, de ahí que la institución haya tenido que adquirir una cantidad para tratar de cubrir parte de esta demanda.
Actualmente el albergue definitivo cuenta con entre 29 y 30 asilados, aunque ya se están reactivando las visitas para aceptar a algunos más.
Tanto la cocina, que proporciona entre 20 y 28 comidas calientes al día para llevar, así como la farmacia y el albergue han trabajado ininterrumpidamente, ya que el albergue ha seguido recibiendo algunos casos de manera especial y por algunos días, dijeron.
MULTIPLICA LOS CENTROS EN 30 AÑOS
En 30 años, la matriz ubicada en Altamirano y Betancourt, pasó de ser una galera a contar con oficinas, cocina, farmacia, salones en la parte superior y la casa donde viven algunas de las hermanas que prestan sus servicio ahí.
Empezó con 8 o diez voluntarios, en el transcurso de los años se abrió el albergue definitivo que está ubicado en Venus número 8, colonia 26 de agosto, de ahí surgió el laboratorio de análisis clínicos, el edificio de Cáritas de Coatepec, que tampoco suspendió sus servicios durante la pandemia,lo que fue un gran acierto porque incrementó el número de personas necesitadas.
En estos 30 años, se han incrementado los servicios, pero también el número de bienhechores, así como la concientización a la sociedad para que sea generosa y se solidarice con la causa de ayudar al que menos tiene.
A partir del año 2000 empezaron a surgir las Cáritas parroquiales para que la ayuda estuviera más cerca de la gente, de manera que no tuvieran que llegar hasta el centro de esta ciudad, sino que donde estén obtengan el apoyo, añadió Andrea Ramos.
Desde esa fecha se ha logrado concretar 55 Cáritas, las que se han mantenido y crecido, pues del año pasado a este se logró establecer la de Naolinco. Algunas tienen ya 20 años, otras son más jóvenes, lo que es un logro y una satisfacción porque están cada vez más cerca de la gente, aunque se requiere que más personas se sigan sumando como voluntarios, bienhechores, con sus talentos y especialidades como médicos y enfermeras, así como con recursos para seguir compartiendo los bienes.
María Luisa Pérez agradeció la oportunidad de poder vivir la caridad de manera organizada “gracias a quienes han compartido no de lo que les sobra, sino de lo que desean compartir no porque tengan mucho, sino porque desean hacerlo".
"En toda la arquidiócesis de Xalapa se está ayudando a la gente; la fiesta raya en la celebración eucarística en la que se puede participar de manera presencial o virtual”, invitó.
Cáritas recibe donativos en efectivo, medicamentos, vitaminas, insumos de curación, víveres, artículos de limpieza, de higiene personal, pañales, hasta ataúdes, para poder dar respuesta a las personas más vulnerables.
Concluyeron que están contentas y con esperanza de seguir prestando el servicio por otros años más gracias a que las personas han creído y sido parte de esta obra, “incluso los medios de comunicación como Diario de Xalapa han sido parte de esta obra porque sin su difusión no se podría dar a conocer”.