Xalapa, Ver.- Al igual que Jesús, son muchas las personas que hoy también viven en carne propia la tragedia del Calvario y sufren los excesos de la maldad humana que no conoce límite. Mientras tratan de llevar con serenidad su vida diaria, las sombras de la maldad los acechan, aseguró la Arquidiócesis de Xalapa ayer.

“Al meditar los momentos de la pasión de Jesús llegarán naturalmente a nuestra memoria muchas historias tristes de personas amenazadas, desaparecidas, extorsionadas o secuestradas que sufren el flagelo de la violencia y que viven en situaciones de riesgo permanentemente. En ese sentido la lectura de la Pasión de Jesús es como un retrato del sufrimiento continuo de muchas familias, nadie se escapa”, expresó en el comunicado.

“Todos deseamos superar los momentos de oscuridad que ha traído el pecado y que ha dejado luto, dolor, preocupación y sufrimiento en las familias. Que la meditación de la pasión de Jesús nos mueva a la conversión para disfrutar de la vida nueva que nos ha traído Jesús con su resurrección”, indicó la Arquidiócesis de Xalapa.

Por su parte en la misa de ayer, el arzobispo Hipólito Reyes Larios indicó que Jesucristo murió crucificado por la salvación de la Humanidad, eso es necesario tomarlo muy a pecho “porque no sólo estamos frente a un acontecimiento histórico sino que es algo que manifiesta nuestra fe”.

El prelado dijo que la crucifixión de Jesús significa la redención de todas las mujeres y hombres: “significa también nuestra liberación y nuestra salvación eterna; todos nosotros también tenemos que vivir nuestra Pascua y llegará un momento en que Dios nos llame”, manifestó.

Ante los feligreses congregados en la Catedral de Xalapa con sus respectivas palmas, el arzobispo de Xalapa refirió que Jesús ha demostrado a sus seguidores cuál es el camino y que el camino de la resurrección es la pasión y el sufrimiento, lo que cada uno de los seguidores de Jesús tiene que llevar en su propia vida, ya que eso es lo que cuenta ante Dios.