A 9 años de haber dejado de vivir en las calles de Xalapa, Solovino "el perro del parque Juárez" murió este lunes acompañado de su manada de 55 perros, así como de Rafael Sánchez Casas, activista de los derechos animales y propietario de La Guadería.
Fue Sánchez Casas quien a través de Facebook da a conocer la muerte de Solovino que formaba parte de su familia desde 2012 cuando le fue entregado en adopción por el Centro de Salud Animal de Xalapa. "Ayer se fue Solovino. Cuando atine a asimilarlo, cuando la tristeza me permita articular los pensamientos, escribiré algo. Ayer se fue el mejor perro del mundo", escribió.
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Solovino, un perro mestizo de color café con blanco se hizo viral en 2012 luego de que vendedores del parque Juárez le colgaran en el cuello un cartel con el que pedía croquetas a la población. De inmediato, la foto del animal con la leyenda "xfa cómprame croquetas" inundó las redes sociales y su caso se conoció en todo el país.
Fue entonces cuando el Centro de Salud Animal de Xalapa decidió capturar al perro quien hasta ese momento vivía en las calles y era alimentado por vendedores de dulces y boleros del centro de Xalapa. Tras la captura de Solovino se emprendió una campaña mediática para solicitar su liberación ya que se temía que el animal fuera sacrificado.
Sin embargo, el entonces director de la unidad animal, Víctor Tobías Gil confirmó que el perro había sido retirado de las calles para ser revisado por especialistas y que posteriormente sería desparasitado, esterilizado y vacunado con miras a buscar un adoptante.
Luego del anuncio de adopción de Solovino se recibieron 17 solicitudes de personas interesadas en el perro mestizo. El 30 de junio de 2012, en el marco de la campaña permanente de adopción canina y felina "Adopta a un amigo", el Centro de Salud Animal del Ayuntamiento de Xalapa y la asociación "Amigos de los Animales" dieron en adopción a cinco perros incluyendo a "Solovino".
"Solovino" fue entregado a Rafael Sánchez Casas, quien cumplió con las condiciones para ofrecerle un trato y desarrollo digno. Durante años, Rafael compartió fotos y videos de Solovino y mostró cómo pasó de ser un perro callejero a un miembro más de la familia de La Guadería.
"No son números, son individuos amados y amables, con nombre, apodo y un catálogo completo de singularidades. Son mis hijos, enfermo y me apago con ellos. Me quedo en pausa hasta el desenlace. Postergo hasta lo intolerable las despedidas. Eso es lo difícil de traer uno más. Son mis hijos. Y ayer murió uno de ellos", concluye el animalista que cuidó de Solovino más de 9 años.