Alrededor de 5 mil ganaderos de la zona centro del estado enfrentan las consecuencias de la sequía, por no haberse preparado con oportunidad, sostuvo Manuel Rafael Morales Rodríguez, presidente de la unión ganadera de esa región, quien abundó que la muerte de reses será inevitable en esta temporada.
La falta de agua y la escasez de pastizales obligan a los ganaderos a buscar apoyo entre ellos con tal de obtener alimento y agua para sus reses.
Sin embargo, el apoyo será insuficiente, pues aquellos que previnieron con forraje y agua lo racionan también para satisfacer la necesidad de sus animales.
De acuerdo con los antecedentes de años anteriores, la Unión Ganadera de la Zona Centro no descarta que mueran alrededor de mil 500 cabezas de ganado durante la temporada de estiaje, tan sólo en esa región.
El problema se ha complicado además con los incendios forestales que acabaron con mil hectáreas de pastizales, tan sólo en el municipio de Alto Lucero.
Entre los ganaderos hay quienes piensan que la Sedarpa tiene toda la obligación de apoyarlos durante la temporada de sequía y estiaje, cuando en sus manos tienen la posibilidad de almacenar forraje y agua para prevenir contingencias que pueden causar la muerte de sus animales, señaló Morales Rodríguez.
La falta de interés de los vaqueros también es otro factor que afecta al ganado, pues siempre que se les convoca para realizar el corte de pasto y a cursos de capacitación, muy pocos acuden.
La Unión Ganadera de la Zona Centro abarca 125 municipios con 25 mil productores de ganado y se estima que a la fecha al menos unos 5 mil de sus integrantes tienen problemas graves a causa de la sequía por no haberse preparado, manifestó.