Naolinco, Ver.- Haber nacido en una familia dedicada por más de cien años a la elaboración de dulces típicos le ha dado a Ana María Gómez Pérez el paladar para además de crear más de una treintena de nuevos sabores para el alfajor, afinó su tacto para encontrar el punto exacto que desea darle a sus creaciones, en las que la frase “ahí se va” no tiene cabida.
Con toda razón, los dulces elaborados en Naolinco han viajado hasta Italia, Francia, Rusia, Alemania y Colombia, entre otros así como a Tijuana, Monterrey, Guadalajara, Tlaxcala, Chiapas y en Veracruz se distribuyen en Coatepec y son muy bien acogidos en Papantla.
Visitada en su domicilio en Ignacio Zaragoza número 16, donde el aroma a leche bronca hirviendo, vainilla e higos en conserva, envuelven inmediatamente al visitante, destaca que lo que más le gusta de sus creaciones es agradarle a sus clientes para que cuando regresen encuentren el mismo sabor y calidad, pues eso asegura que volverán y traerán a un cliente más.
Los dulces de Ani Dul “C” se elaboran en Naolinco, sin embargo, no se distribuyen en ningún local de la ciudad porque no le pagaban lo que valen, de manera que para conocerlos y saborearlos los clientes deben asistir a su domicilio. Fuera de Naolinco, se les encontrará sólo en Coatepec, pues Xalapa suspendió los pedidos debido a la pandemia.
Lo que caracteriza a los dulces de Ana María es la calidad, pues éstos no se ponen duros; el coco y el higo se mantienen siempre frescos y suaves, eso gracias a que continúa con la tradición que iniciara su abuelita Caritina Rodríguez hace más de cien años en esta ciudad, continuara su madre Esperanza y su tía Amalia.
Sin embargo, Ana María no se quedó con estos conocimientos, sino que es una exploradora exigente de los sabores, por lo que para agregar uno nuevo al alfajor que antes sólo era a base de leche y azúcar, hace diversas pruebas hasta dar con el punto exacto, lo que cree trae desde su nacimiento, que se dio un primero de noviembre cuando su madre preparaba dulces y tamales.
Acompañada por su esposo y mano derecha Carlos Juárez Guzmán, quien dejó la elaboración de zapatos para integrarse a la pequeña empresa familiar, muestra orgullosa las manzanitas de coco, el alfajor de leche, el jamoncillo y el dulce de guayaba, así como la guayaba y el tejocote rellenos de coco.
Aunque desde niña salía a vender los dulces con sus hermanos, fue a los 17 años cuando su madre Esperanza le dejó una parte del negocio y hasta entonces empezó a ganar su dinero; desde hace 34 años ha creado alfajores de zarzamora con queso, mango, higo, mamey, oreo, piña con coco, café y arándanos, entre otros, para llegar a ofrecer alrededor de 40 sabores, con los que sorprende a sus clientes y sobre los que seguirá explorando mientras Dios se lo permita, concluye Ani Dul “C”, con quien muchos estudiantes ya han elaborado sus tesis, lo cual le llena de orgullo.
Soldadura moderna es buena alternativa para generar ingresos
Veracruz, Ver.- Claudia Elena Cortázar Ceballos es una mujer veracruzana dedicada a la herrería moderna, oficio que desempeña en el taller de soldadura que montó desde hace tres años y que actualmente forma parte de los ingresos económicos con los que sostiene a su familia.
Claudia es egresada de la licenciatura en Ingeniería Electrónica del Tecnológico de Minatitlán, su carrera la llevó a emplearse en diversos puestos relacionados con su perfil profesional, hasta que decidió aprender a soldar, como parte de una inquietud que tenía desde la juventud.
“Yo siempre tuve la inquietud de aprender a soldar desde que era joven, pero me enfoqué a otra cosa, yo soy ingeniera en Electrónica, egresada del Instituto Tecnológico de Minatitlán y la vida me fue llevando por otro camino, hace tres años mi hijo aprendió en clases de soldadura en la preparatoria, compramos una maquinita de soldar y aprendimos juntos”.
A la par de lo que su hijo le iba compartiendo sobre sus clases, Claudia se interesó por ver tutoriales en YouTube o sitios web especializados sobre herrería, lo que le permitió aprender de forma autodidacta.
Actualmente es operadora de audio en una cadena radiofónica nacional en un turno que inicia a las 6:00 de la tarde y concluye a las 12:00 de la noche; sin embargo, sus mañanas las dedica completamente a su trabajo en el taller de herrería.
“De 9 a 4 de la tarde en la herrería, en casa mi nuera me ayuda con cosas de la casa en lo que estoy en el taller, entonces me ayuda porque regreso a comer a mi casa y salgo de nuevo a mi trabajo en la radio de 6 de la tarde a 12 de la noche”, relató.
De curiosidad a autoempleo
En entrevista comparte que en el inicio la soldadura era un hobby que realizaba para pasar el tiempo, elaborando figuras para decorar su casa o muebles que veía en videos.
Más tarde convenció a sus hermanas de cooperarse para comprar el material de herrería para construir un portón para la casa de su mamá, pronto sus familiares se convirtieron en sus clientes.
Animada por su familia anunció sus servicios en la red social Facebook, lo que pronto llamó la atención de clientes interesados en Veracruz por el tipo de soldadura que ofrecía.
“Empecé como hobby, viendo videos, y dio la casualidad que mi mamá necesitaba un portón, hablé con mis hermanas y les propuse que todos cooperaran con el material y yo lo hacía, así fue como hice mi primer portón grande, luego me fueron saliendo clientes entre mis familiares y ellos mismos me dijeron que me anunciara en Facebook y me di cuenta que la gente si lo requiere”.
Claudia reconoce que la soldadura no es un oficio en el que se vea mucho la participación de las mujeres, pero ese en ningún momento fue alguna idea que frenara su intención por aprender el oficio.
Si bien dice que en ocasiones es complicado mover estructuras pesadas, asegura que como en todo taller cuenta con la ayuda de más personas, en especial de su hijo y un amigo que colabora como pintor de las piezas que ella solda.
“Ahorita tengo mi maquinita y utilizo micro alambre, que es un tipo de soldadura especializada para calibre más delgada, que es en lo que me especialicé, en herrería más moderna y elegante, por ejemplo, para puertas de vivienda residencial y muebles rústicos con acabado fino”, señaló. Hasta ahora no ha sido discriminada por ejercer un oficio que antes se consideraba solo de hombres, por el contrario, clientes la felicitan constantemente y le muestran su simpatía por su buen trabajo.
Debido a que trabaja con herrería moderna, afirma que el mercado en Veracruz es amplio, hasta ahora solo conoce a una persona que realiza el trabajo en el que se especializa.
“Aquí en Veracruz un arquitecto me contactó porque este tipo de trabajos poco se hace en el puerto, regularmente se encargan a talleres de la Ciudad de México, sé que otra persona hace más o menos lo que yo hago, lo conocí en un grupo de WhatsApp y hemos platicado un poco de lo que hacemos”.
Del mismo modo, la soldadura moderna es una buena alternativa para generar ingresos en su hogar, ya que el costo en comparación con la soldadura tradicional es de entre 20 y 30 por ciento más.
"Es rentable porque por lo complicado que es el trabajo se cotiza en un precio más elevado que la herrería tradicional, digamos que una puerta normalmente de herrería en el tipo de soldadura que hago se incrementa el precio entre 20 y 30 por ciento”.
Claudia se dice orgullosa de aprender un oficio que desde joven quería desempeñar, pero al mismo tiempo por las felicitaciones y gratitud que recibe los clientes que la buscan.
Con información de Danytza Flores | Diario de Xalapa