Xalapa, Ver.- El trabajo de cuidados se ha convertido en un oficio de género que no es reconocido y que pareciera más una “herencia de familia” que se le otorga a las mujeres que un trabajo por sí mismo, señala Laura Celia Pérez Estrada, académica de la facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana (UV) quien prueba de ello es que los últimos datos apuntan que el 90 por ciento de las personas que se dedican a cuidar son mujeres y solo el 10 por ciento son hombres.
La profesora universitaria afirmó que el derecho humano de cuidado se divide en dos grandes apartados:
- Uno que es el acompañamiento físico, como bañar, dar de comer los alimentos, el vestido y la atención física
- Hay un cuidado mental o psicológico de no violentar, de tratar con afecto, con atención y con buenas palabras a quien se está cuidando
“Entonces, verdaderamente tiene un trabajo arduo y que no ha sido reconocido y que ha sido, insisto, más que un trabajo como tal una cuestión que se hereda”.
Sin embargo, dijo que con el pronunciamiento que tuvo la presidenta Claudia Sheinbaum, respecto al Sistema Nacional de Cuidados, es necesario que Veracruz y las entidades federativas restantes volteen a ver cómo está el trabajo de cuidado de las mujeres, sobre todo de las que tienen todavía vida productiva y que se han dedicado a cuidar.
“Y que nos hemos abocado a cuidar con una cuestión de herencia a las familias, a los padres, a los hermanos que están en la adultez, a los hijos y entonces se vuelve como parte de nuestro ser, de nuestras obligaciones, de nuestra estructura emocional y física y no como una conquista de este trabajo remunerado”.
¿Qué se puede hacer para ayudar a mujeres cuidadoras?
Al respecto, consideró que siempre se debe pensar que los derechos de clase, tienen que ser visibilizados a través de las coaliciones, por ello es importante unirse, exigir, primero a través de las primeras comunidades o núcleos.
Así, considero que la fórmula es que a través de las comunidades o las microsociedades, desde las familias, se evidencie que lo que hacen las cuidadoras necesita ser pagado y después es importante empezar a diversificarse a esparcir la noticia, coaligarse y “¿por qué no?” formar un sindicato.
“Y podernos visibilizar ante las empresas que este es un oficio que tiene que ser reconocido y que tiene que ser pagado y podemos constituirnos en una comunidad en la que quien quiera tener este servicio, sin necesariamente ser enfermera, pueda realizar este trabajo de cuidado”.
Así, reiteró que el reconocimiento se dará a partir del reconocimiento propio en el oficio para poder ser extendido a una cuestión de entidad federativa, de sociedad, comunidad y de municipalidad. Refirió que ahora se espera de las autoridades que se pueda conocer y reconocer el trabajo de cuidado y después empezar a legislar.
En su opinión no se trata únicamente de la remuneración, sino también del derecho a la seguridad social y es que, remarcó que dar cuidados no se trata solo de un trabajo o de un acompañamiento físico, sino espiritual y emocional que debe ser reconocido.
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“Quisiera que fuéramos escuchadas las voces académicas. Primero, que los legisladores voltearan a ver y que hicieran una medición de cómo se encuentran estas, y sí vamos a llamarle así por el género, estas mujeres cuidadoras ¿Qué situación guardan respecto al oficio y cómo podríamos reivindicarlas? A través de una legislación, a través de la difusión, de la réplica. Quienes están en el poder o tienen este puesto que el Estado les ha conferido, tienen la obligación de visibilizar estas situaciones sociales para poderlas convertir en un derecho”, agregó.
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