Xalapa, Ver.- Con el fin de alegrar las visitas a los panteones en Día de Muertos o tocar las canciones favoritas de quienes descansan en sus tumbas, músicos de Xalapa y la región se congregan en los cementerios del 1 al 3 de noviembre.
Músicos en el Panteón Xalapeño
En el Panteón Xalapeño, la variedad de géneros musicales es diversa, desde norteña hasta cumbia, pasando por romántica, vernácula, tradicional y el inconfundible sonido de la marimba.
Aunque hay músicos que acumulan hasta 30 años de tocar en el cementerio en Todos Santos, también están los que experimentan por primera vez. Es el caso de la Marimba Imperial, que regularmente está en la calle Lucio, pero la mañana del 1 de noviembre se colocó en el camino central.
Los hermanos Arturo y Carlos Rodríguez Hernández se prepararon con un repertorio variado, pues aseguran que así como debe haber canciones nostálgicas, también “hay que ponerle sabor”.
Una que otra cumbia, “La Llorona” y otras canciones populares logran que por ratos se arme el baile. Y es que algunos de los visitantes al panteón no pierden el entusiasmo.
“Seguro que a mi mamita le gustaría vernos así, bailando y cantando, y no tristes y llorando”, expresa Luisa, integrante de la familia Sánchez Loaiza, procedente de Perote.
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¿Cuáles son las canciones más pedidas en panteones de Xalapa por Día de Muertos?
Además de la marimba, también anima con su música “La Garra Norteña”, grupo de cuatro músicos que dicen tocar el son que les pidan. Pastor Vázquez Barradas menciona que las canciones más solicitadas son “Puño de tierra”, “Cruz de madera” y “Cruz de olvido”.
En compañía de su guitarra, don Juan Aburto también dice ganarse un extra como músico. Él canta lo que le pidan y no está sentado a la espera de quien requiera su servicio, camina entre las tumbas y se distingue por su lento andar.
Otros hermanos, los Rivas Ramírez, comentan que “cantarle a los muertitos tiene su chiste”. Y es que, afirman, hay familiares con duelos superados, pero otros, lloran inconsolables con los recuerdos y la música.
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“Sí se contagia la tristeza, pero no nos quebramos. Tenemos el compromiso de alegrar, animar y mantener viva la memoria de quienes se adelantaron; la música es una bonita manera de lograrlo”, expresan quienes cobran entre 30 y 50 pesos por una canción.